Un respiro para el empleo

Todas las estadísticas tienen siempre infinidad de lecturas positivas y negativas. Y ello se constata más aún en tiempos de incertidumbre y de volatilidad como los que vivimos a raíz de la crisis sanitaria, económica y social derivada de la propagación de la pandemia de coronavirus. Los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social conocidos ayer dejan como principal aspecto positivo la recuperación del empleo a niveles superiores al mes de febrero, antes de que se decretase el estado de alarma. Sin embargo, rápido hay que hacer el primer matiz. Porque entre los afiliados a la Seguridad Social figuran 4.500 trabajadores que siguen cotizando pero que ahora mismo siguen estando afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte). Por tanto, la incertidumbre sobre su vuelta al trabajo o la recuperación de la jornada completa se mantiene. En todo caso, el verano ha sido positivo para el empleo y los datos suponen un respiro ante un otoño que se prevé complicado por el fin de la temporada turística y por la evolución negativa que está mostrando la pandemia. Es por eso que en ningún caso se pueden lanzar las campanas al vuelo, porque las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana y cualquier medida que se adopte en pro de la seguridad sanitaria –que es absolutamente prioritaria– puede echar por tierra la recuperación del empleo.