Un recorrido electoral por la Montaña Vaciada; Casetas: Isabel y el pueblo que no existe en dos ayuntamientos (III)

Isabel no es exactamente la última vecina de Casetas pero casi

Fulgencio Fernández
28/05/2023
 Actualizado a 28/05/2023
Isabel, junto a su nieta, momentos antes de abandonar su domicilio para votar | JESÚS F. SALVADORES
Isabel, junto a su nieta, momentos antes de abandonar su domicilio para votar | JESÚS F. SALVADORES
-¿Dónde vamos a votar, Isabel?

-A La Ercina. Si viviéramos en las casas de la entrada del pueblo teníamos que ir a Sabero.

-¿Y eso?

-Medio pueblo es de Sabero y medio de La Ercina.

-Pero si solo vives tú.

-Pues me partiré en dos.

Isabel no es exactamente la última vecina de Casetas pero casi. Vive también su hija pero… “Es que son pescaderos y hacen también venta por los pueblos, es decir, marchana las ocho de la mañana y vuelven a las 8 de la noche”.

-¿Y cómo entretienes el día?

-Muy bien. Escucho mucho la radio, cocino, hago las cosas de casa y, sobre todo, cuido mucho las flores, que bien orgullosa estoy de ellas.

Isabel es la viuda de Maxi, al que llamaban El Grillo porque cantaba mucho y bien. Murió el primer día del 2021, “que había una nevada de 40 centímetros, un día terrible de frío, pero Julio Llamazares vino al entierro, no lo voy a olvidar”.

Cuando murió El Grillo esta buena mujer, un encanto de carácter dulce y buen café de puchero, quiso quedarse en el pueblo, pese a tener problemas de movilidad a causa de una enfermedad infantil, “pero me arreglo”. Maxi se había salvado del famoso accidente de ‘Los 14 de Casetas’ porque aquel día tenía que domar un mulo para la mina. “¡Como para no cantar!”, decía.

Y como para explicarle a Isabel lo que es la España Vaciada. La acompañamos a votar y al llegar a la mesa le preguntan de qué pueblo, para la Junta Vecinal, y ella responde: “Ocejo de Valdellorma”.

-¿Pero no eres de Casetas?

-Casetas no existe, somos agregados a Ocejo.

-¿No existe y pertenecéis a dos ayuntamientos?

-Cosas que pasan.

Ahora vas y lo explicas en el Parlamento, sonríe la nieta que vino desde Asturias para votar, pasar el día e ir a comer con Isabel, a la que da la mano nada más que la ve levantarse.
-Es que después vamos a comer todos juntos; pues hace unos días fue su cumpleaños y también era por estas fechas el cumpleaños de Maxi.

Tardé pero, al fin, entendí eso de la fiesta de la Democracia. Y al marchar, Isabel a lo suyo: “Cuando paséis por Casetas no dejéis de entrar, que ya sabéis que no hay mejor café que el que hago yo de puchero”.

-Ni mejor conversación, Isabel; la mujer que no tiene pueblo pero pertenece a dos ayuntamientos.
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