Un recorrido electoral por 'La Montaña Vaciada': Cármenes (I)

"Setenta lereles son setenta lereles"

Fulgencio Fernández
28/05/2023
 Actualizado a 28/05/2023
El primer votante, Ramón Cuesta, y los dos mozos de los 70 lereles, Jesús y Jorge | L.N.C
El primer votante, Ramón Cuesta, y los dos mozos de los 70 lereles, Jesús y Jorge | L.N.C
Parece que los dioses de la Democracia (los mismos que nos niegan la lluvia de manera pertinaz) han contratado un precioso día para su fiesta de las elecciones, municipales esta vez. A las ocho de la mañana comienzan a llegar al Casino de Cármenes (mesa electoral de un municipio de poco más de 300 habitantes en 17 pueblos) los miembros de la mesa, insultantemente jóvenes, la presidenta Begoña, y dos mozos del pueblo convertidos en felices vocales: Jesús Tascón y Jorge Vicente, veinteañeros que dan sus primeros pasos en estos menesteres.

-¿Felices con el debut?

-Bueno, felices, no sabemos pero setenta lereles son setenta lereles. Si los llegamos a tener en la fiesta de la plaza de toros de jueves.

Nada. No les sacamos frases aprendidas. Es muy materialista esta juventud. Jorge estudia TAFAD, o como se llame ahora, Jesús es un ganadero de raza y oposita a lo que llaman los cuerpos de seguridad pero seguro que no le importa seguir la tradición familiar, feliz. Nunca olvidó Lolo que en uno de sus talleres Jesús le pidió que dibujara una vaca, se esmeró el bueno de Lolín y al acabar…

- ¿Qué Jesús, te gusta?

- Quítate de ahí, ¿cómo pintas una vaca sin crotal?

9.00 horas: Se abren las puertas y ya hay cola. Marisol, número dos de una candidatura dice que le hace muy feliz votar en su pueblo, antes lo hacía en León. Iba a meter sus sobres la primera pero todavía hay valores: “Deberíamos dejar a Ramonín, que también está aquí a primera hora y su madre, Sara, es la que más madruga del pueblo de toda la vida”.

Inapelable razonamiento. Es el primero.

Voto de los primeros. Salgo a ver si me espera la prensa para hablarles del compromiso, la fiesta de la Democracia, los deberes cívicos… pero no hay nadie esperando, ni caso, lo de la España Vaciada es un poco timo. De ella llega Paulino, desde Campo, seguramente el vecino más anciano del municipio (al menos de los que viven todo el año) y candidato a la Junta Vecinal.

-Míralo qué tranquilo.

-Buen problema tiene él. Se presenta él solo y con su voto le llega.

Visto así. Ya iba a marchar cuando un votante repara en que parece mentira que en Cármenes, uno de los pueblos con más escritores por metro cuadrado (ya no te digo por censo), las papeletas vengansin un solo acento y así consta que se presenta Maria, Fernandez, Maximo, Gonzalez… repara en ello un Fierro, es lo que tiene tanto escritor. “Podría ser un pueblo que leen a Faulkner y mira qué papeletas”. En ello estaban cuando llega Guiller, conocido en los Bibliobuses por ser uno de los usuarios que más libros saca. Y lee.

"Se buscan", en Villamanín


Buscando más movida acudo a Villamanín, la tercera Tercia de los Argüellos, donde el final de la campaña ha sido convulso, con un vídeo de un ganadero de San Martín que alteró la paz. Sin embargo, resulta queen medio de una paz propia de esos momentos en los que la suerte ya está echada el comentario más repetido es el de las fotos del cartel de la UPL. Quitando la foto del líder del grupo, Germán Tascón, es cierto que las demás no son un dechado de técnica y enfoque. Lo estoy fotografiando al lado del Hogar del Pensionista y uncliente pregunta: “Si conoces a alguno avisa, que es un cartel de Se busca”.

- Menos bromas, que me da la impresión de que son los que van a cortar el bacalao; tercia otro.

La solución, a las ocho y media o nueve.


"Paredes Frías, Cocinas calientes"


En Vegacervera reina la calma. En este municipio parece tradición que arrase el PSOE del fallecido Luis Rodríguez Aller (llegó a sacar los 7 concejales) y ahora su sobrino Tavitín, aunque esta vez parecen a la espera de qué ocurrirá con una de las candidaturas de La España Vaciada. No se nota actividad política, calma, no hay carteles de propaganda.
-Aquí las paredes están muy limpias, parecen frías; le digo a Nines que me regala una sentencia muy aprovechable para muchos pueblos.

-No te fíes, paredes frías, cocinas calientes.

Y en todos estos pueblos de la Montaña saben muy bien que las elecciones se ganan en las cocinas, no en los mitines. Es lo que tradicionalmente se llama el voto nocturno. Y hay muchas luces encendidas a deshora en estas fechas previas.
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