Un rayo fulmina a 90 ovejas y el pastor se salva "de milagro"

En una majada de las cercanías del Puerto de San Isidro pasa el verano el rebaño de Eva y Diego, que en invierno baja para ‘la ribera’, en las cercanías de León, como tantos otros rebaños que ya no hacen la trashumancia y se arreglan con una trasterminancia, menos trabajosa.

Sin embargo, este año este rebaño bajará para la ribera con una anécdota —si se puede llamar así— que contar y recordar pues un rayo de las recordadas tormentas de este verano le hizo una verdadera escabechina en el rebaño al fulminarle 90 ovejas. Un fenómeno extraño por partida doble pues aunque sí han ocurrido hechos similares el número de animales muertos suele rondar la treintena, y no acercarse a los 100 como ocurrió en esta ocasión.

La suerte, casi milagro, fue para el pastor que estaba guardando el rebaño e igual de «cerca» que las ovejas. Salvó la vida pero sí sufrió los efectos de la descarga producida por el rayo, estando completamente aturdido, casi no recordaba nada de lo sucedido, le había arrancado las zapatillas, pero estaba vivo, repetía este hombre, de nacionalidad marroquí y que pocos días después tuvo que irse a su país pues había fallecido su padre.

Se cree que solo uno de cada 10.000 rayos afecta a los rebaños, pero las imágenes son espectaculares pues después del rayo aparece el suelo sembrado de cadáveres, 90 en este caso.