Un radar contra las alergias primaverales

Un grupo de investigación de la ULE realiza los análisis y la predicción de los niveles de polen para toda Castilla y León, lanzando alertas conjuntas con la Consejería de Sanidad

Víctor S. Vélez
22/05/2022
 Actualizado a 22/05/2022
Parte del equipo 'Atmosenv' con uno de los aparatos de medición situados en la azotea de la Facultad de Veterinaria de la ULE. | SAÚL ARÉN
Parte del equipo 'Atmosenv' con uno de los aparatos de medición situados en la azotea de la Facultad de Veterinaria de la ULE. | SAÚL ARÉN
Tirando un poco de metáfora, el grupo de investigación 'Atmosenv' de la Universidad de León (ULE) se podría definir como una especie de antihistamínico contra el polen. Las mediciones que realizan desde la azotea de la Facultad de Veterinaria, junto a los análisis posteriores en los laboratorios de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales, son el enemigo número uno de las alergias primaverales.

Su labor consiste en medir la concentración de polen en el aire para, combinando esos datos con los del fichero histórico que han ido creando durante más de 30 años, fijar una serie de predicciones de los niveles polínicos de toda Castilla y León. Una información de importancia capital para las personas con distintos tipos de alergia, que ponen a disposición de la ciudadanía con periodicidad semanal en colaboración con la Consejería de Sanidad.

Roberto Fraile
es el coordinador de este grupo de investigación que reúne a expertos en medio ambiente y biología con físicos. De este modo, con un enfoque multidisciplinar, logran cruzar las muestras recogidas con las predicciones meteorológicas para establecer determinados niveles de alerta.

Unos captadores toman el polen del aire a lo largo de la semana, lo que sirve de base para las predicciones Un captador de aire situado en el tejado de Veterinaria recoge el polen gracias a una veleta que lo absorbe en función de la dirección del viento. Con un flujo de entrada continuo de unos 10 litros por minuto, cada día es cambiado por los técnicos de 'Atmosenv', quienes también se encargan de comprobar que no se produzcan variaciones en estos niveles.

El aparato tiene integrado un tambor circular sobre el que se coloca la muestra. Durante toda la semana va rotando, se cambia al finalizar por otra nueva, con una cinta impregnada con silicona sobre las que se van pegando las partículas que vienen con el aire. Gracias a ciertos componentes, se logra teñir las partículas de interés. "Al final de la semana, retiramos la cita para colocarla en una regla milimetrada. Hemos calculado el giro de dos milímetros a la hora y sabemos, al volcar la cinta, los valores de cada día y cada hora en su estudio con el microscopio", explica Blanca Cortón como investigadora de 'Atmosenv'.

Una red de estaciones


Los niveles de polen en la comunidad autónoma se actualizan semanalmente en la página web del Sacyl gracias a una red de aparatos como este que se distribuyen en una docena de estaciones: en las nueves capitales de provincia y en ciudades con elevada población como Ponferrada. Puntos desde los que cada semana se envía al Campus de Vegazana las muestras que han recogido, mientras que los investigadores de 'Atmosenv' les mandan de vuelta un nuevo tambor para que lo intercambien y registre los niveles de polen de los siguientes siete días.

Las cintas que envía el técnico de cada estación son analizadas al microscopio por un equipo emplazado en Biológicas. En los análisis también ayudan otra serie de aparatos instalados en la azotea de Veterinaria. Tal y como explica Ana Isabel Calvo, integrante de 'Atmosenv', cuentan con una serie de equipos que miden los aerosoles, el material particulado en suspensión.

De este modo, algunos aparatos miden la distribución y la dispersión de los aerosoles, mientras que otros lo hacen con la presencia de carbono orgánico. Un completo equipamiento que incluye medidores de la concentración de bioaerosoles, como polen, esporas y bacterias, así como colectores de agua de lluvia que sirven para analizar su composición química y todo lo que traen estas precipitaciones.

La tesis de Delia Fernández, profesora de la ULE que pertenece a este grupo de investigación, fue el punto de partida en el año 1991 de estas mediciones de polen. El convenio con la Consejería de Sanidad, suscrito en el año 2006, profesionalizó aún más las labores de este radar. "Tenemos una colección enorme, pocas universidades tienen tantas preparaciones. Llevamos más de 30 años y los granos de polen se mantienen perfectamente", expresa Rosa Valencia, una de las investigadoras que más años llevan realizando estas funciones en la ULE.

Todo tipo de alérgenos


Cometidos diarios que se han convertido en rutina pero que son de una elevada utilidad, especialmente durante la primavera, para personas con todo tipo de alergias. Y es que los valores de niveles polínicos que se cuelgan cada semana en el portal del Sacyl pueden ser consultados por alérgicos al olivo, el pino, el saúco, la margarita, el abedul, la berza, la colza o el nogal, por citar solamente algunos ejemplos.

El registro histórico de más de 30 años y el pronóstico del tiempo de los físicos sirven para fijar los niveles de alerta También el 'Quercus' de robles y encinas, el 'Cupressaceae' de cipreses, enebros y encinas o el 'Rosaceae' de rosas y zarzamoras. Por supuesto, entre otros captadores de alérgenos, figuran en este registro de predicciones las típicas alergias a las gramíneas y al 'Populus' de chopos y álamos. Respecto a esto, desmontan un mito. "Lo del chopo, esa pelusa, florece en marzo. No es el polen. No es que a alguien le vaya a dar una reacción al momento porque haya tantas pelusas. Le puede dar alergia, pero no por el chopo. Le puede dar una reacción porque haya polen en esas pelusas", matiza Rosa Valencia.

Sanidad establece las alertas, especialmente para fines de semana, en base a lo que les dictan desde el Campus de Vegazana. Las predicciones de 'Atmosenv' se basan en lo recogido, en el histórico de datos y en el pronóstico del tiempo que realizan físicos como Roberto Fraile.

Trabajos que también son de utilidad para la lucha contra el cambio climático y mejorar otros estudios de calidad del aire. "Cuando se produjeron los episodios de calima de hace unos meses, las cintas salían completamente naranjas", apuntan a modo de anécdota.

A pesar de que su labor pasa desapercibida para el grueso de la población leonesa, 'Atmosenv' actúa como un eficiente antihistamínico en esta época del año. Su día a día es el mejor ejemplo de la utilidad de la investigaciones que se emprenden desde el Campus de Vegazana.
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