sergio-jorgeb.jpg

Un Purple de altura

15/08/2018
 Actualizado a 12/09/2019
Guardar
En medio de tanta enredadera, cuando el Ayuntamiento de León está más preocupado de solventar sus problemas relacionados con la corrupción de unos partidos que también piensan más en limpiar su nombre que en gestionar y proponer medidas para la población, por fin han acertado con una decisión. Y no es Ordoño II. Y no es la plaza del Grano. Es el Purple.

El anuncio de que el festival más importante de la ciudad, el que llena el puente de diciembre sin alharacas ni fervor pero de forma igualmente efectiva, se traslada este año al Palacio de Exposiciones hace que el Purple Weekend pueda adquirir una dimensión mayor, e incluso pueda plantearsecrecer en los próximos años si los organizadores, con la ayuda del Ayuntamiento, sientan las bases de un certamen que pueda llegar a más público y, con ello, aspirar a ser mucho más que una reunión de nostálgicos de los 60.

Cierto es que el paso del CHF al Palacio de Exposiciones es más que lógico, que incluso muchos lo habían pensado sin ser expertos en acústica y organización de eventos, pero está claro que si esta nueva infraestructura se abre a la celebración de grandes conciertos (puede albergar a más de 5.000 personas), con el Purple como gran exponente para el futuro más próximo, puede ser un antes y un después para León. Y aunque normalmente no se le da la importancia que requiere al único festival de relevancia social que hay en la capital, bien estaría que se hiciera porque las posibilidades son inmensas. Esto es palpable, no es humo como otros proyectos que a veces se quieren vender sin que haya nada en la base. Quizá es que me dura aún la resaca de cuatro días en Aranda de Duero, donde el Sonorama se ha convertido en una industria musical de la que miles de personas se benefician durante una semana, pero también el resto del año. Si se trabaja por y para ello, con la suerte de que las infraestructuras ya están disponibles, la capacidad del Purple para crecer es altísima, y de ello se aprovecharían no solo los amantes de la música, que somos muchos, también la economía de una ciudad y una sociedad que siempre reclama precisamente esto: oportunidades.
Lo más leído