Un pulso por el futuro de la ULE que resolverán 11.567 electores

García Marín y Fernández Domínguez cierran este martes la campaña electoral de unas elecciones a rector que se presentan igualadas y sin posibilidad de repetición

Víctor S. Vélez
10/03/2020
 Actualizado a 10/03/2020
Debate de la semana pasada entre los candidatos a rector. | SAÚL ARÉN
Debate de la semana pasada entre los candidatos a rector. | SAÚL ARÉN
Este jueves se celebran las elecciones al Rectorado de la Universidad de León (ULE). Un total de 11.567 personas están llamadas a las urnas para elegir quién dirigirá la institución académica los próximos cuatro años, para elegir entre Juan Francisco García Marín, catedrático de Sanidad Animal que se presenta a la reelección, y Juan José Fernández Domínguez, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y hasta hace unas semanas decano de la Facultad de Derecho.

No obstante, no todas ellas tendrán el mismo poder de decisión en los comicios de pasado mañana. El Personal Docente e Investigador (PDI), especialmente los doctores y funcionarios, representan dos tercios del voto ponderado con los 1.045 profesores llamados a la urna. Los docentes universitarios con categoría de funcionarios y los doctores deciden con su voto el devenir del 51 por ciento de las elecciones de la ULE, mientras que el resto del PDI aporta un 16 por ciento.

Los 9.965 estudiantes, pese a ser el grupo más mayoritario de la comunidad universitaria en los Campus de Vegazana y Ponferrada, tienen asignada una cuarta parte del voto ponderado. Por su parte, el Personal de Administración y Servicios (PAS), formado por 557 trabajadores con voz en las urnas, sumarán el ocho por ciento restante.

No obstante, a pesar de este sistema ponderado, la experiencia demuestra que el peso del voto docente no es totalmente decisivo. En la primera vuelta de las elecciones de 2016, el candidato José Luis Chamosa, rival de García Marín en la última cita con las urnas y representante de la corriente que ahora respalda la candidatura de Fernández Domínguez, ganó con holgura entre profesores funcionarios, doctores y resto del PDI. Sin embargo, el catedrático en Sanidad Animal obtuvo un respaldo mayoritario entre la comunidad estudiantil, la cual le otorgó cerca del doble de votos que a su contrincante, que le valió para llevarse esas primeras elecciones por un estrecho margen de tan solo siete décimas.



En aquella ocasión, la lista de Chamosa recurrió esta primera derrota y los comicios tuvieron que repetirse por la interpretación de un signo ortográfico en el artículo 79 del Estatuto de la Universidad de León. La participación creció considerablemente y García Marín aumentó también su ventaja de manera importante por lo que no fueron necesarias tantas cuentas sobre el voto ponderado como en la primera vuelta. Este jueves no habrá posibilidad de recurrir el resultado de las urnas, y por lo tanto no habrá una segunda vuelta, ya que la polémica coma fue dejada sin efecto para evitar discrepancias en su interpretación.

Las urnas estarán abiertas de 10:00 a 18:00 horas de manera ininterrumpida, con las excepciones de la Escuela de Trabajo Social de León y las mesas del Campus de Ponferrada que tendrán un horario reducido de 12:00 a 17:00 horas. Los estudiantes votarán cada uno en su facultad y los alumnos de másteres y doctorado harán lo propio en la Facultad de Derecho. Por su parte, los docentes universitarios podrán depositar su voto en la Facultad de Filosofía y Letras y los miembros del PAS en la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial.

En los pasillos del Campus de Vegazana la sensación mayoritaria es que García Marín es claro favorito para revalidar el cargo. No obstante, desde el equipo de Fernández Domínguez se ha valorado positivamente la campaña y consideran que ha podido atraer buena parte del voto indeciso del profesorado durante las últimas semanas. Previsible igualdad, por tanto, en unas elecciones en las que también se espera una elevada participación, sobre todo entre el profesorado y el PAS. En la segunda vuelta de 2016 estos dos sectores superaron el 90 por ciento de una participación que se desplomó hasta el 37,2 por ciento en el colectivo de estudiantes.
Lo más leído