Un proyecto de todos

Es uno de los buques insignia de la red de Paradores de Turismo de España y al mismo tiempo uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de León. San Marcos sigue cerrado y cuando reabra –a mediados del año que viene, según las últimas previsiones– no lo hará en todo su esplendor, puesto que la segunda fase, que suponía la construcción de un nuevo edificio en la parte trasera que sustituya al derribado, no tiene ni siquiera proyecto. Parece indudable que la remodelación de San Marcos era muy necesaria y urgente, puesto que sus instalaciones se encontraban en un estado manifiestamente mejorable, más aún cuando se trata de un alojamiento de cinco estrellas. Y precisamente por eso debería ser un proyecto de todos, es decir, que estuviese al margen del color político que mande en las administraciones estatales con el fin de agilizarlo al máximo. Es cierto que la época de la crisis demoró el proyecto e incluso amenazó con recortarlo, pero al final se impulsó pese a la complicada situación económica de Paradores. También es cierto que los anteriores responsables de la red no impulsaron la redacción de la segunda fase del proyecto, algo que deberían haber hecho. Pero también podrían haberlo hecho ya los actuales responsables de Paradores con el fin de agilizar los trámites con independencia de cuándo haya presupuesto para esa segunda fase.