Un Primero de Mayo electoral

La victoria socialista en las Generales marcó ayer la celebración del Día Internacional del Trabajo, en la que la recuperación de los derechos laborales perdidos durante la crisis como fue la principal exigencia de los sindicatos, pero hubo muchas más

Aunque las reivindicaciones sindicales son justas, tienen que abordarse teniendo en cuenta también a la patronal
02/05/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Ayer se celebró el Día Internacional de Trabajo. Y se habló mucho de cuestiones laborales y sociales, pero también –cómo no– de las elecciones generales, en las que el PSOE se ha hecho con la victoria. Y el resultado arrojado por las urnas es visto por los sindicatos como una vía de esperanza a la hora de dar un «giro social» a la política y de conseguir sus principales reivindicaciones: empleos estables y bien remunerados, pensiones dignas, prestaciones sociales suficientes, servicios públicos de calidad y una igualdad real entre hombres y mujeres. Ciñéndonos únicamente a lo laboral, lo cierto es que el primero de mayo ha estado protagonizado en los últimos años por la lucha contra los recortes que los trabajadores habían sufrido durante la crisis. Ahora el discurso ha cambiado sensiblemente, puesto que la principal exigencia que sacan a la calle las centrales sindicales se centra en por qué no se recuperan esos derechos cuando la economía lleva cinco años creciendo a buen ritmo. Y tiene sentido esa reivindicación, aunque muchos expertos ya alertaban durante el inicio de la recuperación que sería infinitamente más lenta que la crisis. Y si la crisis tardó un poco más en hacerse notar en León, pues lo mismo va a ocurrir con la recuperación. De todos modos, los cambios que se adopten en materia laboral deben abordarse siempre con el máximo consenso entre Gobierno, sindicatos y empresarios.
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