Un poco de lógica para el carbón

El Gobierno se confiesa partidario de poner un impuesto en frontera para compensar los costes externos de la emisión de carbono en algunos países con exigencias medioambientales que son inferiores a las que tiene la Unión Europea

Tampoco se entiende que en térmicas cercanas a España se queme carbón y se emitan gases de efecto invernadero
19/11/2019
 Actualizado a 19/11/2019
Si algo ha caracterizado las últimas políticas en torno al carbón ha sido la falta de lógica o de sentido común. De sentido común es que resulta necesario nuevas formas de energía que minimicen el daño que genera al medio ambiente, pero también tiene toda la lógica del mundo que antes de ponerse a cerrar minas habría que tener definido un nuevo modelo energético, cosa que actualmente sigue sin ocurrir en España. Por eso, el anuncio hecho ayer por Xiana Méndez, la secretaria de Estado de Comercio en funciones, de que el Gobierno está «muy de acuerdo» con la iniciativa de fijar un ‘border carbon tax’ (impuesto transfronterizo al carbón), que sea compatible con las reglas del comercio multilateral y que consistiría en una compensación económica en frontera por las importaciones de países que cuenten con exigencias medioambientales por debajo de las europeas, viene a aportar un poco de lógica, aunque desde luego no toda, a una situación que resultaba incomprensible, como resulta incomprensible que se queme en centrales térmicas cercanas a las fronteras españolas el carbón que aquí no se puede quemar, con la consiguiente llegada de las emisiones que han servido como argumento para desmantelar el sector. El necesario camino hacia la sostenibilidad energética no se puede basar únicamente en primero recortar y luego buscar alternativas que permitan mantener las necesidades energéticas que tiene este país.
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