Un patrimonio que le supuso una 'guerra' familiar

El pasado mes de julio el Supremo devolvía al empresario leonés David Álvarez el control del Enebro (propietaria de Vega Sicilia), lo que ponía fin a un largo proceso judicial iniciado en 2010

S.M. / L.N.C.
26/11/2015
 Actualizado a 12/09/2019
Imagen de archivo. | ICAL
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"Que me dejen en paz hijos y médicos". Con estas palabras comenzaba una entrevista concedida a La Nueva Crónica David Álvarez hace casi dos años. El empresario leonés, que ha fallecido este jueves en Madrid, mantuvo varias batallas en los tribunales por el control de su patrimonio con cinco de sus siete hijos, empeñados en relevar a su padre a los mandos de la nave Eulen

David Álvarez Díez es el prototipo de un hombre hecho a sí mismo, el fundador de uno de los imperios económicos españoles más potentes y el patriarca de una familia (los Álvarez Mezquiriz) que acumula un patrimonio que ronda los 650 millones de euros. Mantuvo su intención de controlar sus empresas hasta  los últimos días de su vida, lo que le costó la ruptura con cinco de sus siete hijos (solo dos, María José y Jesús David, le apoyaron en sus decisiones) con los que mantuvo más trato en los tribunales en los últimos años que en la intimidad familiar. 

El último de los conflictos arrancó con la venta de una parte de Eulen a El Enebro. La pugna por este grupo finalizó hace menos de seis meses. El Tribunal Supremo devolvía al patriarca el control de la propietaria de Vega Sicilia, lo que ponía fin a un largo litigio iniciado en 2010.

En guerra desde 2009


Las desavenencias del clan comenzaron a finales de 2009, cuando cinco de sus hijos (Pablo Manuel, Emilio, Juan Carlos, Elvira y Marta Álvarez Mezquiriz) decidieron destituir al padre como presidente de Eulen y dos meses más tarde repitieron la operación con El Enebro. Sin embargo, no se salieron con la suya y David Álvarez se negó a un retiro que nunca deseó. Recurrió a los tribunales, que le dieron la razón en tres ocasiones, la última hace menos de seis meses.

Cuando en 1986 falleció la primera mujer de David Álvarez, María Mezquiriz, sus siete hijos heredaron el 49% del grupo empresarial. Cada uno de ellos un 7%, mientras que David Álvarez mantenía con el 51% el control.

Las malas lenguas dicen que los Álvarez Mezquiriz llevaron fatal que su padre volviera a pasar por la vicaría en dos ocasiones. Contrajo matrimonio en 1999 con Teresa Vidaurrázaga, que falleció en 1999, y diez años más tarde el patriarca se casó con Maite Esquisabel. El enlace, en septiembre de 2009, pudo ser el desencadenante del conflicto familiar, puesto que apenas tres meses después de la boda sus cinco hijos 'díscolos' sentaron a su padre en el banquillo para intentar arrebatarle en control de sus empresas.

En la misma entrevista, David Álvarez reconocía que le gusta mandar y se negaba a pasar a sus hijos el control. La edad no fue en ningún momento impedimento para continuar gestionando su imperio.

El futuro de Eulen tiene nombre de mujer


Tras su muerte, el relevo será prácticamente imposible incluso gracias a la parte legítima que les corresponderá en el momento de la herencia. Para evitar que en el futuro no se cumpla con su voluntad, Álvarez creó una sociedad holding, Daval Control, en la que tanto él como su hija María José figuran como administradores solidarios. Con esta medida el patriarca se asegura que, aunque los cinco hijos con los que está enfrentado pudieran llegar a tener la mayoría en Eulen, será su mano derechoa, la que controle la sociedad matriz y tenga siempre la última palabra en el grupo. 
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