Un partido (casi) perfecto

07/02/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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Dicen que muerto el perro, se acabó la rabia. No sé si será verdad, lo que es cierto es que todo parece una balsa de aceite tras la destitución del entrenador y eso se agradece. Ahora bien, siendo un punto importante el conseguido en Pucela y siendo las sensaciones buenas como han sido, no está todo hecho.

Salvo Álvaro Antón y la primera parte de Adán, muy sobrepasado, el equipo rayó a un gran nivel. Se mostró sólido y aunque empezó con dudas fue creciendo con el paso de los minutos. Destacable la pareja de centrales formada por Alan y Raíllo, que además de cortarlo casi todo, el cedido espnyolista tuvo la ocasión más clara del partido. Parece que no, pero jugar con una pareja de centrales solventes, te da más posibilidades. De Casado ni voy a hablar, porque es de lo poco salvable durante toda la temporada.

La Deportiva empezó adormilada, como viene siendo habitual, pero con el paso de los minutos se fue deperezando. Eso sí, tuvo la mejor ocasión de la primera parte en las botas de Antón tras una gran jugada de Melero que el burgalés envió derechita al Pisuerga. Como cada uno de los pases que dio en esa primera mitad. Nunca un jugador con tanta calidad fue tan impreciso. Una ocasión, por cierto que viene precedida de un penalti escandaloso a Caiado que no se pita. Era un cambio claro antes de que llegara el descanso, porque sus pérdidas nos mataban en el centro del campo y las pocas opciones que teníamos de llegar quedaban interrumpidas si pasaban por él. De todas formas el equipo acabó la primera mitad muy entero y siendo ligeramente dominador de la situación.

En la segunda mitad el dominio se incrementó más si cabe. Salvo alguna acción esporádica de los locales al inicio y al final del encuentro el resto del choque fue dominado integramente por los nuestros. Con exhibición de Caiado incluída. Sin duda alguna el mejor del partido. No fue muy productivo en lo que cara al gol se refiere, un disparo a puerta que salvó Kepa desde la frontal fue todo su bagaje, pero todo lo que hizo fue dañino para el Valladolid y campó a sus anchas por su banda desquiciando a su lateral, por el centro persiguiendo los balones largos que le enviaban y encarando a cada rival que se encontró enfrente. No son características de él que no conociéramos o que no hubiera mostrado antes, pero fue su mejor partido.

En otras ocasiones, con menos, alguna hubiera entrado. En otras ocasiones también, con menos el rival se llevó los puntos, así que podemos darnos por satisfechos con el punto y con el partido del equipo. Hacía falta solvencia defensiva y se tuvo. Hacía falta ser más contundentes, y lo fuimos. Hacía falta generar más ocasiones y la creamos. Se podía decir que el partido fue perfecto, salvo por el gol. Y además no se lesionó nadie, aunque Alan dio el susto. Ahora tenemos dos jornadas seguidas en casa y Luka ya estará recuperado, pero si el Mago Chalupa nos trae algo, aunque sea con retraso, pues no vamos a decir que no. Algo que se vista de corto, de largo, con Nistal vamos bien, de momento. Postdata: Del portero, sin novedad en el frente.
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