Un pantano con la curva ‘p’abajo’

Cuando tuvimos que pasar aquel carbunco del pantano, que nos volvieron locos y hasta nos fuimos a las manos con si queríamos el pantano o no para nada, pues no lo hicieron con las mismas consultas y explicaciones que cuando dijeron que sí lo hacían —ninguna—, había argumentarios, que se dice ahora en el urbanitismo, de todo tipo. Y el más imaginativo, cómo no, era el del pensador oriental An Gelillo, fundador del Grupo de Filósofos de lo Rural sin Obra Publicada.

Era Gelillo muy de la hipérbole y la parábola, por eso cuando contaba los años que estuvo preso en el campo de concentración de Vallecas decía con pena. «Fueron años duros aquellos que jugué en el Rayo Vallecano».

- Coño, ¿ jugaste en el Rayo?

- Claro, cuatro años.

- ¿Y de qué jugabas?

- De extremo derecha; allí nos ponían a todos de extremo derecha.

Con la misma sorna, cuando iba a pedir trabajo y le preguntaban«¿años en el frente?, que era una cosa muy de entonces, él les decía: «Siete... pero en el de enfrente». Y se ponía la gorra y se iba.

Pues en el asunto del pantano era contrario a la construcción de la presa en nuestro Torío, por eso decía en las reuniones con aquellos señores que venían con traje y unas carteras que imaginábamos llenas de billetes y ellos no negaban nada: «Yo creo que claro que hay que hacer un pantano. Y rápido. Es más, hasta tenemos un proyecto ya muy avanzado que nos gustaría explicarle a los señores».

Y ‘los señores’, muy agradecidos de encontrar a uno favorable y hasta con proyecto, se mostraban muy dispuestos a escuchar las explicaciones de An. «Mire el lugar de la presa y todo nos parece oportuno el elegido por ustedes, lo único que cambiamos es la curva».

- ¿Cómo la curva?

- Sí señor. Hacemos la curva al revés y otra curva en el río, que pase para abajo y después da la curva hacia la presa. Y en vez de tapar para arriba, tapa para abajo, y podemos ir anegando pueblos hasta Madrid, si no les parece mal, claro.

Y a la vista de cómo van las cosas ahora mismo, igual es el momento.