Mucho se ha escrito de Ángel Stanich como «un músico al margen» y un «freak recluso centrado en su bohemia y sus canciones», que no hace promoción de su trabajo o sus múltiples conciertos (más de doscientos en apenas dos años), si bien es cierto que en el caso de ‘Antigua y barbuda’ llega avalado por una multinacional de la industria discográfica como es Sony Music, que ha vuelto a apostar por un artista poco convencional pero con un gran poder de convocatoria, que en esta ocasión, según escribe José María Rey, nos regala «un disco proteico, plagado de sorpresas que va a descolocar a muchos. No solo atrapa el retrato de un artista en racha sino algo hoy imposible de encontrar, como es capacidad de sorpresa». Y es que, en opinión del comentarista musical, ‘Antigua y barbuda’ es «uno de esos discos que alegra la inteligencia y nos devuelve la fe en la música concebida como arte. De los que marcan época y cambian el mundo de su tiempo. Pero sobre todo es un álbum que proyecta hacia un impredecible futuro a un artista que ha llegado para quedarse», afirma Rey a propósito de un álbum que contiene «diez maravillosas historias (una más en su edición en compacto) donde esa extraña e inconfundible voz nos guía a través de expediciones literarias en el tiempo y sonidos cambiantes que te dejan boquiabierto. De la acidez romántica que destila la preciosa oda de fragilidad ‘americana’ que abre el disco (‘Escupe fuego’) hasta su guiño a esa cumbre del surrealismo fílmico que es ‘Amanece, que no es poco’, de José Luis Cuerda, en forma de brutal canción suicida: ‘Mátame camión’».Sin duda estamos ante el primer gran concierto del recién estrenado 2018, servido por un establecimiento que este mes de enero nos va deparar nuevas sorpresas musicales protagonizadas por el argentino Andy Chango, Eladio y los Seres Queridos, El Twanguero y Modelo de Respuesta Polar, por citar solo algunas de ellas.