Un oasis del paisajismo del siglo XIX en el pequeño Nogales

Conchita Ajenjo y Antonio Ugidos impulsan un proyecto cultural de la mano del escultor José Ajenjo Vega

Ical
18/11/2018
 Actualizado a 17/09/2019
El pintor, escultor y restaurador de arte, José Ajenjo, en la sala de exposiciones de la que es propietario ubicada en la localidad leonesa de Nogales. | ICAL
El pintor, escultor y restaurador de arte, José Ajenjo, en la sala de exposiciones de la que es propietario ubicada en la localidad leonesa de Nogales. | ICAL
Nogales es una pedanía del Ayuntamiento de Mansilla Mayor, situada a unos 17 kilómetros de la capital leonesa y muy cerca del monasterio románico de Villaverde de Sandoval en la que en invierno apenas quedan unos pocos vecinos. En una de las 20 casas que componen la localidad Conchita Ajenjo y Antonio Ugidos acaban de inaugurar una sala de dedicada a 'La Pintura del paisaje del siglo XIX', bajo el título de 'Del Realismo al Impresionismo. El movimiento plenairista en España'; proyecto que supone una ampliación del Museo Arte en el Camino, del escultor José Ajenjo Vega.

La exposición se abre en la planta alta de la casona del escultor Ajeno Vega y está compuesta por cerca de 50 cuadros de 35 autores, cuyo eje conductor gira en torno al pintor hispano belga Carlos de Haes, la figura más representativa del movimiento plenairista en España y sus discípulos de la Escuela de San Fernando. Entre los cuadros de esta muestra, destacan una academia al carboncillo y clarión, obra de Mariano Fortuny y un gran cuadro titulado 'Éxodo' del propio José Ajenjo.

Conchita Ajenjo -hija del escultor José Ajenjo, que compagina su trabajo en el Ayuntamiento de León con la dirección de su propio Estudio Artístico- y Antonio Ugidos son dos jóvenes apasionados por el mundo del arte y, en concreto, por la pintura de paisajes. Todos los cuadros que se exponen pertenecen a su colección particular, a la que han dedicado varios años y en la que han invertido “sobre todo mucha pasión e ilusión”. La visita a la exposición se hace mediante cita previa. Conchita Ajenjo,.

Carlos de Haes


Ugidos y Ajenjo explican a los visitantes de su Galería de Arte la razón de su pasión por la pintura de Haes y sus discípulos. “Esta muestra pretende ser un reconocimiento a la extraordinaria producción artística de Haes y a su impagable labor de divulgación de los valores de la naturaleza”, comentan sobre el maestro de maestros que introdujo en España los postulados de la Escuela de Barbizón desde su cátedra de Paisaje en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde impartió clase desde 1857 hasta su fallecimiento en 1898.

Fue el impulsor de la pintura tomada directamente del natural, llamada 'plenairista' y acompañado de sus discípulos recorrió la geografía española buscando los mejores paisajes para su arte. Especialmente destacables fueron sus viajes a la Cordillera Cantábrica y a los Montes de León.

La inauguración de esta exposición coincide con el centenario de la creación del Parque Nacional de Picos de Europa. “Los cuadros de Haes y sus alumnos -explica Ugidos- acercaron al gran público el maravilloso paisaje de las montañas de León, Asturias y Cantabria. Fue ésta una contribución fundamental para el reconocimiento que años después tuvieron los valores de nuestras montañas mediante la declaración el 22 de julio de 1918 del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y el macizo de Peña Santa, primer parque nacional de nuestro país”.

Además de varias obras de Haes, la muestra se enriquece con obras de sus grandes discípulos, como Aureliano de Beruete, Darío de Regoyos, Agustín Riancho, Casimiro Sainz, Agustín Lhardy, Jaime Morera, Tomás Campuzano, Antonio Gomar, Francisco Llorens, Serafín Avendaño, Emilio Ocón, Juan Martínez Abades, Nicanor Piñole o Francisco Gimeno Arasa, entre otros. La escuela de Olot está también representada por obras de Eliseo Meifrén, Enrique Galwey, o Melchor Domenge. Otros artistas presentes en la exposición son Ignacio Pinazo, Santiago Rusiñol, Cecilio Pla y Benjamín Palencia. “Esta etapa de la historia de nuestra pintura, inicio de la modernidad, tuvo como valores fundamentales la sencillez y la sinceridad”, concluye Conchita Ajenjo.
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