Un novedoso dispositivo instalado en el ojo reemplazaría las gotas tras una cirugía ocular

Aquellas personas que decidan operarse para decir adiós a problemas de la vista, como el astigmatismo, están de enhorabuena. Esto es así porque científicos portugueses han dado con un dispositivo que, desde el mismo ojo, liberaría los medicamentos prescritos. Dicho avance suprimiría, sin duda, el engorroso trámite de echarse gotas tras haberse sometido a una cirugía ocular (el láser puede acabar con los síntomas del astigmatismo y otros defectos refractivos). Este dispositivo es fruto de las indagaciones de unos investigadores de la Universidad de Coimbra, Portugal, y ha sido bautizado como ‘inEye’.

Usar el astigmatismo como ejemplo no ha sido producto del azar, puesto que sabemos que la Comunidad castellano y leonesa es la más afectada de Españapor este problema. En concreto, un 31,2 % de la población presenta una curvatura irregular en la córnea que ocasiona que la luz procedente de los objetos y que entra en el ojo se enfoque en más de un punto de la retina. ¿Y qué supone esto para la visión? Pues que las imágenes se perciben deformadas y el contorno de los objetos, un tanto difuso.
La Comunidad con menos astigmatismo es Cantabria, pues solo el 15,4 % de cántabros sufren este defecto ocular, mientras que la media española se sitúa en un 24,8 %. De todos modos, puede que el número sea en realidad mayor, pues algunas personas padecen astigmatismo —eso sí, leve— y lo ignoran porque no presentan síntomas.

No obstante, aún no podemos lanzar campanas al vuelo, ya que el dispositivo del que nos hacemos eco en esta noticia y que solventaría de un plumazo el trámite de las gotas en el ojo para aliviar las posibles molestias del postoperatorio, todavía se encuentra en período de ensayos clínicos.

Además, por el momento se desconoce la tolerancia del ojo ante este nuevo sistema, que es una perla de medio centímetro de diámetro que se colocaría en la parte inferior del párpado del paciente. Desde ahí, este dispositivo iría suministrando la dosis pautada durante, incluso, medio año. Por ahora, la perla puede contener hasta dos fármacos, pero se está estudiando cómo añadir un tercero.

De poderse implantar, se acabarían los olvidos y los errores en la dosis suministrada. Por si fuera poco, el paciente no necesitaría ayuda para su administración, como les suele ocurrir a las personas mayores.