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Un negocio sostenible

22/11/2021
 Actualizado a 22/11/2021
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En diferentes sectores, desde la alimentación hasta la automoción pasando por la moda o la construcción muchísimas empresas llevan tiempo diciendo que están reinventando su cadena de suministro, sus procesos y los productos que comercializan con la excusa de velar por el medio ambiente. Una disculpa que si no es siempre es la mayoría de las veces suele ser una estupidez para cobrarle más por algo peor y más fácil de producir o, incluso, para causarle una sensación de indulgencia con los recursos naturales cuando la realidad es bien distinta. Pero le engañan y pretenden que usted sea feliz pensando que ha hecho lo correcto.

Ya sea para el abastecimiento de materiales o materias primas o para la logística, hay empresas que lavan la cara anunciando a bombo y platillo que únicamente usan renovables y reciclados, que reducen el consumo energético en la fase de producción o que el color verde de las etiquetas es por su amor a la naturaleza.

Puro maquillaje y puro efecto placebo porque saben que usted no va a ir a ver qué se hace en la fábrica de puertas adentro ni intuirá que la industria responsable de la fabricación (aquí o en Oriente) tiene unas chimeneas como plazas de toros echando humo negro o unos tubos de un metro de diámetro tirando mierda al río las 24 horas del día. Por no hablar de los métodos de extracción de los materiales...

Aparte de otras cosas que vienen asociadas a la política, cumbres como la del clima que se celebró recientemente son una pantomima para que usted y yo sigamos agachando las orejas cada vez que nos hacen sentirnos como unos delincuentes por ir al supermercado y pedir (pagándola, porque así contamina mucho menos que si se la regalan) una bolsa de plástico para meter la compra, por regar el jardín con agua corriente que como es lógico atraviesa un contador sobre el que se emite una factura nominativa, por seguir comprándose vehículos diesel o gasolina o por creer que por supuesto que hay que cuidar la naturaleza pero sabe que detrás de todo esto de la sostenibilidad también hay un buen negocio.
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