Un necesario ‘respiro’

Los anticipos de la PAC que desde el pasado 18 de octubre han comenzado a recibir agricultores y ganaderos de la provincia suponen un ‘respiro’ más necesario que nunca para seguir hacia adelante ante unas cuentas que no acaban de cuadrar ni de dar beneficios. El último de estos adelantos, que llegan desde la Junta de Castilla y León, ha sido el de las ayudas asociadas al sector ganadero, el más ahogado si cabe por una crisis de precios que lejos de mejorar, se agrava. Con los cereales por las nubes y sin previsión de cambiar de tendencia, la luz marcando continuos récords de precios y piensos, abonos, etcétera en constante ascenso, el sector primario vive inmerso en una crisis que trae consigo cada vez más cierres de explotaciones. Por ello, es de celebrar que desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se cumpla con el compromiso de comenzar a pagar las ayudas de la PAC desde el momento en el que Europa abre el calendario y permite hacerlo. Sin embargo, también la Política Agraria Común se ha convertido en un quebradero de cabeza para muchos profesionales del campo en la provincia, que miran con incertidumbre a lo que pasará con estas ayudas a partir del próximo año. Más inestabilidad para un sector que solo quiere seguir trabajando y produciendo alimentos y que necesita la protección de todas las administraciones para sobrevivir y que las cuentas, de una vez por todas, salgan.