Un mirador a Picos en la senda del Arcediano

El camino que iba desde el Puerto de Pontón hacia Asturias desde la época de los romanos evitaba los angostos pasos que llevaba el río Sella, pasando por Soto de Sajambre, la collada de Beza y descendía hacia Amieva. No hay constancia de esta ruta como calzada romana, pero se supone que para someter a los Astures fuera utilizada por ellos debido a las dificultades de otras rutas. En el siglo X hay una cita de la ruta denominándola «saliámica» (sajambrina). En el siglo XIII debido al tránsito de un tinte llamado Almagre, procedente de Cangas de Onís y utilizado en la meseta, se dio en llamar Camino del Almagre. Sin embargo su nombre se debe a Don Pedro Díaz de Oseja, sajambriego de origen y Arcediano de Villaviciosa, quién consciente de la importancia de esta vía, dejo fijado en su testamento, fechado el 16 de febrero de 1655, que anualmente se pagasen veinte ducados de sus rentas en «aderezar la ruta, necesitada de pedreras, maderadas y puentes».

Con la invención de la dinamita en el siglo XIX se pudo horadar el desfiladero de los Beyos, ruta natural de salida desde el Pontón y la senda dejó de tener tanta importancia como hasta entonces.

La senda del Arcediano es una ruta de Gran Recorrido, la GR 201, bastante larga y la ascensión a la Conia coincide en una pequeña parte con ella.

Desarrollo de la ruta

La ruta comienza en la localidad de Soto de Sajambre. Llegando casi al final, pasada la escuela financiada por un indiano y con todos los elementos de aprendizaje más avanzados de su época, antes de cruzar el puente sobre el río Agüera se toma un camino amplio que asciende desde los 816 metros, teniendo en cuenta que hay que seguir hacia la izquierda en el primer cruce de caminos, poco después otra vez a la izquierda, donde ya se ve un cartel indicador de la senda. En el tercer cruce se va a la derecha subiendo ya una pendiente más pronunciada y sinuosa, con buenas vistas de Soto abajo.

La senda es muy cómoda en verano ya que se encuentra rodeada de bosques, de avellano, fresno, haya, roble, serbal, árboles que en otoño mudan sus colores y se vuelven más hermosos todavía para caer al entrar el invierno.
Cuando se ha andado ya un kilómetro y medio se llega a un puente de piedra que cruza la Riega de los Barrios para internarse entre las casetas de la majada de Valdelosciegos, donde se acaba el camino y hay que tomar un sendero más estrecho a la izquierda que sube sinuosamente, evitando el que continúa hacia la derecha y que va a la Barcinera y Carombo.Se sigue ascendiendo y se cruza la riega del Osil, la de Gulabragañas y se sigue entre la falda del Pico Jurcueto de 1.596 metros y la riega del Castiello para llegar a los Collaos, siguiendo por la senda de la derecha, dejando a la izquierda la majada de Pandemones con fuente y abrevadero, para seguir por las revueltas del Posadoiro, hasta alcanzar los Puertos de Beza, desde donde se puede ir hacia la Portillera de Beza o girar directamente hacia la Peña de la Silla, ascender suavemente y seguir subiendo hasta la cumbre de la Conia desde donde se divisan las vistas más hermosas de la montaña leonesa y asturiana, a no ser que haya niebla y la vista sea parcial. De todos modos los picos de Mampodre, el Yordas, Peña Ten, Pileñes, el Ñajo y los que dan al Sella pueden verse con facilidad, así como las cercanas Peña Beza y Canto Cabronero, antecimas de los picos de Europa en la zona de Sajambre. Los días con buena vista se admira el Macizo Occidental de los Picos de Europa.Para descender se sigue el mismo camino, y si hay niebla la separación de las provincias de León y Asturias es una referencia muy fiable a seguir hasta la Portillera de Beza. La ruta finaliza de nuevo en la localidad de Soto de Sajambre.Características de la ruta
Zona geográfica.Montaña oriental leonesa.
Entorno. Bosques, praderas y roca con matorral bajo.
Tipo de ruta.Camino, senda y ascensión por trochas de ganado.
Inicio / fin.Soto de Sajambre.
Distancia aproximada.12 Km.
Tiempo aproximado.Entre tres y cinco horas.
Desnivel.820 metros.
Dificultad.Media-baja.
Observaciones. Una vista espectacular de la montaña leonesa.