Un maestro "de toda la vida"

Molinaseca tenía una deuda pendiente con Daniel Balboa, una figura fundamental en la vida de los niños que formó durante décadas en el municipio berciano y que desde ayer forma parte de la Casa de la Cultura de la localidad.

«El pueblo de Molinaseca hace justicia con Daniel dando su nombre a este edificio,en este lugar donde él vivió y enseñó a muchas generaciones», recordaron desde el Ayuntamiento, que inauguró este domingo la placa que recordará la figura del que fue el maestro «de toda la vida», un acto que contó con la presencia de sus hijas Maribel, Rosi y Tomasi, sus nietos y biznietos y un montón de vecinos y amigos que lo apreciaban y que no quisieron perderse el reconocimiento a su labor y su trabajo.

Y es que desde que volviera a Molinaseca una vez completados sus estudios de magisterio, Balboa desarrolló toda su vida docente en el pueblo, donde ejerció de Maestro Nacional hasta su jubilación.

Su figura tuvo una trascendencia fundamental en la vida social y cultural del municipio berciano. Su gran devoción por la Virgen de las Angustias le inspiraba para que cada año le honrara con una poesía que el mismo recitaba durante las fiestas.

Tras su fallecimiento en 2008, su legado no ha caído en el olvido y sus familiares agradecieron el reconocimiento que todo el pueblo brindó este domingo al «maestro de Molinaseca».

«Fueran décadas muy complicadas y aún así sacó adelante a muchos alumnos y se preocupó de que la gente del pueblo tuviera un lugar para reunirse, para ir a leer, a conversar», destacaron desde el Consistorio, que cree que con este reconocimiento en la Casa de la Cultura que el mismo Balboa impulsó, Molinaseca «salda una deuda pendiente».