¿Un lujo? Pepe Tabernero

Hoy discrepo del «veinte años no es nada» del tango ‘Volver’. Ya que pasan más y, a veces, es mucho. Por ejemplo, el pasado domingo fue el vigésimo cuarto aniversario de la inauguración del Ateneo Cultural El Albéitar de la ULe, en el que algo tuve que ver por confianza del rector Santoyo Mediavilla y su vicerrector de Extensión universitaria, Calabozo Moran.

Veinticuatro años de que, la idea y diseño de Alfred Kova, se abrió a la ciudadanía, gracias a la comprensiva renuncia por la Junta de Estudiantes a los espacios que tenían concedidos por el rectorado para la ampliación de la Casa del Estudiante y al esfuerzo económico conjunto de la Universidad y varias empresas privadas.

Mas nada hubiese sido del Ateneo El Albéitar, sus múltiples instalaciones y ofertas culturales –se podría decir que personalizadas– si tras él no hubiese un competente e ilusionado equipo de personas (José Manuel García Prada [S.T.T.L.], Ana San José, Ricardo Barrientos y Miguel Á. Barreales) que desde el primer día lo hubiesen llenado del contenido cultural que tan acertada y milagrosamente programó, como ya venía haciendo desde julio de 1990 y aún hoy hace en la ULe, ese lujo de profesional que tanto para ella como para la ciudad entera de León, y desde hace años también para la de Ponferrada, es el programador cultural Pepe Tabernero.

Califico de milagrosa la programación cultural hecha por Tabernero no solo para aquel inaugural momento sino, seguro, para la de los años que con él compartí en el Área de Actividades Culturales y afirmo, sin duda, que durante todos los de su gestión cultural entre y para nosotros. No abundan los profesionales que, año tras año –con el exiguo presupuesto que, como anormal es, toda institución pública dedica a la cultura– pongan al alcance de espectadores y participantes programación tan amplia, tan variada y de tal calidad. No exagero: toda ella es, amén de eficaz y eficiente, transparente. Bien se ve en ‘https://actividadesculturales.unileon.es/pdf/anual’.

Mas pasan los años, la vida, y próxima está la marcha, la pérdida, de Pepe Tabernero. A finales del próximo marzo si no yerran mis cálculos.

Por todo ello, digo que, ingratas serían tanto la institución, que lo pierde, como el mundo de la cultura y la sociedad leonesa que tanto se han beneficiado de los frutos de su gestión, si no se le rindiese a Pepe Tabernero una alícuota gratitud a su labor de programador cultural desde ella, la ULe, para artistas y ciudadanía. Es de ley, creo.

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.