Un lienzo que cae de los árboles

La artesana Jennifer Moreno Cid ha recuperado el milenario pero desconocido arte del tallado de hojas gracias a una inesperada inspiración. Su trabajo ha sido reconocido con un áccesit en el certamen de arte joven de Castilla y León

C. Centeno
19/12/2021
 Actualizado a 19/12/2021
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El tallado de hojas de árboles es un arte milenario que se originó en China y está declarado patrimonio cultural intangible por la Unesco en esa región. Se trata de una técnica compleja y precisa, similar a la del corte artístico de papel pero que requiere de cuidados especiales por la fragilidad del natural ‘lienzo’ sobre el que se dibuja. La bañezana Jennifer Moreno Cid ha ido conociendo esta historia mientras perfeccionaba su trabajo, pero encontró su inspiración de una forma mucho más inesperada. Hace algo más de un año que en el momento de descanso de su trabajo –tenía una empresa de jardinería junto a su marido– observó que «una abeja o avispa estaba comiendo una hoja y estaba dejando una forma muy bonita». Comentó con él que era «una pasada» y surgió la idea. «Le dije, me voy a poner a tallar hojas», y así fue.

Dicho y hecho. A raíz de ese momento comenzó a hacer dibujos en hojas y a practicar hasta llegar a los tallados que realiza en la actualidad. «Al principio probaba y muchos trabajos se me rompían, fui conociendo un poco más las hojas, cada especie, unas se tallan en seco y otras en húmedo, depende de lo coráceas que sean se trabajan de una manera o de otra», explica. Ha ido perfeccionando la técnica de manera autodidacta. La dificultad es alta porque se pueden romper, no solo al tallarlas, también «porque las tengo que manipular todos los días en el proceso de secado y cuando están terminadas hay que pegarlas en una lámina con un pincelín muy fino y al estar ya completamente secas son súper frágiles», cuenta.

Sus ‘lienzos’ son hojas de diferentes especies que recoge en momentos de caída o poda. «No arranco hojas de los árboles ni quiero que la gente lo haga», remarca. Con ellas y una buena dosis de imaginación comienza a dar forma a sus creaciones. El proceso es largo y muy laborioso.

Su avance ha sido tal que su obra ‘Fauna’, una lámina con tres hojas talladas con motivos naturales, ha recibido un accésit dentro del certamen de arte joven de Castilla y León celebrado en Palencia recientemente, en el área de artes plásticas y visuales. Además, ‘Cuando la vida nos hace despegar’, su segundo trabajo presentado, también resultó finalista. El reconocimiento ha supuesto para esta artista «un empujón» para seguir trabajando y, sobre todo, un motivo por el que «creer un poco más en mí».

En la actualidad, las hojas talladas son las estrellas de su marca de artesanía ‘More-Art’, con la que «hago de todo», cuenta. Ha convertido su creatividad en su profesión y vende sus productos en diferentes mercados medievales en los que participa y a través de sus perfiles en las redes sociales Instagram (@more_art_jenifer) y Facebook (More-Art Artesanía). Además del tallado de hojas pinta plumas de ave, hace retratos realistas y customiza ropa y otros complementos. También recibe numerosos encargos y está trabajando en el lanzamiento de su propia página web.

Siempre «nos gustó mucho el tema de los mercados medievales» y por ello empezó a explorar su proyección en el mundo del arte y la artesanía en estos eventos. «La verdad es que estamos encantados, es súper bonito el ambiente que se crea, el trato con la gente y a mí me han dado un empujón muy fuerte», asegura. Aunque sin duda el primer gran impulso fue de su marido, que vio que lo que empezó haciendo «para desahogarme cuando estaba embarazada porque soy una persona muy activa y al quedarme en casa todo el día me dio mucho bajón» era digno de ser visto por más personas.  

En estos mercados medievales y a través de las redes sociales la acogida está siendo «muy buena», por lo que está animada a seguir trabajando y desarrollando su carrera artística. Lo que más llama la atención del público son las hojas. «Hay mucha gente que incluso se para a verlas y está un rato y de repente cambia la cara y alucina al ver que son hojas», cuenta.

«Que valoren así tu trabajo es súper gratificante», celebra sin olvidar a esa abeja en la que encontró la inspiración.
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