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Un jilguero en el hípico

13/09/2020
 Actualizado a 13/09/2020
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Ahora que andan sobrevolando los buitres que enseñan fajos de dinero como si fueran suyos y dando a entender que pueden ser nuestros siempre que, como decía la Biblia de Don Alejandro, «todo esto te daré, si postrándote me adoras»... ahora igual es buen momento para recordar que no siempre enseñar el fajo sale bien.

Viene la cosa a cuento en lo tocante a lo que le pasó a aquel que volvió de las cataluñas de Cataluña con traje blanco y moto de no cuántos cilindros, que «corre a 200» decíamos los guajes mirando para el cuentakilómetros que verdaderamente marcaba a 200 Km/h.

- ¿Es mucho?

- ¿Cómo que sí es mucho? Mira, el ruido todavía está aquí y la moto ya va por Matallana; te explicaba Arsenio, que de los artilugios que hacen ruido lo sabía todo, incluso que había motos con calefacción.

- Sí, para el forro de los cojones; le decía Félix el militar, que era menos creyente en las telemetrías.

Vuelvo al suco, que me esnorto.

Que llegó el del traje blanco y la moto y le pareció que era poco el reconocimiento que recibía y dio en decir que, como venía de las Barcelonas de Cataluña, iba mucho por el Liceo y, le dijo a Sidoro: «Ese jilguero que tienes ahí en la jaula es una joya ¡Cómo canta! Te lo digo yo que entiendo. Le he escuchado en un momento ocho trinos diferentesy en diferente tono».

Y le dio un consejo de experto: «No lo vendas en menos de 30.000 pesetas», de las de entonces.

- Por 20.000 te lo vendo y te regalo la jaula y el alpiste.

El del traje blanco se vio atrapado y se lo compró en las 20.000 acordadas. Yse lo llevó para disfrutar. Pero al día siguiente, cuando no había gente en el bar, se lo llevó para devolverlo y le argumentó la razón para hacerlo.

- Es que he visto que está cojo.

- Ostia, ¿pero tú que me lo compraste para que cantara en el Liceo o para que saltara en el hípico? Arrea de aquí con el jilguero y los ocho trinos.
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