Un horizonte energético sin carbón y sin alternativas de desarrollo para las cuencas

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y Pablo Iglesias, líder de Podemos, cerraron el pasado jueves un acuerdo de Presupuestos que no aclara nos nubarrones que se ciñen sobre el Bierzo.

El cierre de la central térmica de Compostilla, al que solo le falta una fecha y un plan pero que se da por próximo a todos los niveles, será otro duro golpe a la maltrecha economía de la comarca, que se centra ahora en las alternativas que pueden llenar el vacío que dejará la central, cuyo cese de actividad, además de suponer la pérdida de aproximadamente 300 empleos directos, también acarreará la destrucción de empleo en sectores auxiliares  que vivían de la central.

El documento de 50 páginas firmado por ambas formaciones se vertebra alrededor de 14 áreas, siendo una de ellas la Transición Energética que confirma la «reorientación del modelo hacia la descarbonización», pero que en el camino se olvida de alternativas para las cuencas y se centra en la regulación del precio de la electricidad y la protección y empoderamiento del consumidor frente a las grandes empresas eléctricas.

«El sistema energético ha iniciado un proceso de transición hacia un nuevo paradigma caracterizado por la descarbonización, la descentralización de la generación, la electrificación de la economía, la participación activa de los consumidores y un uso más sostenible de los recursos que permita afrontar los efectos inevitables del cambio climático ya en curso y al mismo tiempo puedan aumentar los niveles de prosperidad y justicia social de nuestra sociedad», explica el acuerdo presupuestario, una única mención que olvida de cualquier medida relacionado con la protección de las cuencas.

De hecho, más allá de un Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición y el «impulso a las energías renovables y a la movilidad por un futuro descarbonizado», el carbón desaparece de los planes de un acuerdo que sí propone el abaratamiento de energías renovables y ayudas económicas para el vehículo eléctrico, pero no incluye iniciativas de apoyo a las cuencas y las zonas afectadas por el cierre de térmicas.

De hecho, la mayor parte de las medidas en este apartado están relacionados con el control del precio de la electricidad.

Así, el acuerdo incluye cambios normativos para acabar con la sobreretribución y abaratar la factura de la luz en los hogares, revisar los pagos por capacidad, modificar la factura para reducir el porcentaje que representa el término de potencia y la elaboración de una Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética.