Un homenaje a los emigrantes esculpido en hierro y acero

Celada de la Vega celebró un acto en honor a todos los emigrantes de la zona, que culminó con la inauguración de una escultura de Amancio González

Patricia Ferrero
10/08/2020
 Actualizado a 10/08/2020
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David Castro, de Celada, e Isabel Fernández, de origen berciano, se vieron forzados a emigrar, con tan solo 18 años, maleta en mano y con una gran incertidumbre, por la situación que se vivía en España en los años 60. Allí se conocieron, se casaron y formaron una familia, y después de más de 20 años volvieron a la provincia leonesa, de la que nunca se olvidaron a pesar de haber construido su vida en la ciudad suiza.

De esta experiencia guardan buenos y malos recuerdos, «porque la emigración no es fácil», y menos cuando te ves completamente solo, como le pasó a Isabel, que, emocionada, relata que tan solo dos meses después de la pérdida de su padre se embarcó en un tren sin tener ni remota idea de lo que le esperaba al cruzar la frontera. Aún hoy recuerda el mal trago que pasó en la aduana, así como también algunas humillaciones como las que ahora se escuchan en este país. Pero este matrimonio reconoce que su viaje también les aportó «cosas muy positivas». A Isabel le permitió formarse como auxiliar de geriatría, pero sobre todo le enseñó a tener «ética, saber estar y saber escuchar». En definitiva, a cargarse también de empatía hacia los que hoy en día se ven obligados a tomar esta misma dura decisión, abandonando sus países en busca de un futuro mejor.

Como ellos, muchos leoneses se vieron obligados a partir al extranjero, con todos sus recuerdos en una maleta, tanto a principios del siglo XX como en los 60. Y a ellos ha querido dedicar Celada de la Vega un sentido y emotivo homenaje, que culminó el pasado sábado con la inauguración de la escultura de ‘El Emigrante’, una obra del artista Amancio González, que se exhibe en la denominada ‘finca del Val’, en el parque infantil de la localidad de la Vega del Tuerto.

La pieza, forjada con hierro y acero corrugado, representa ese «primer viaje. Todo el mundo ha ido y ha venido, pero el primer viaje no se olvida. Y en él hemos basado nuestro proyecto», relató el escultor leonés, que explicó que la figura se suspende en el aire, con la maleta en la mano, simbolizando la incertidumbre a la que se tuvieron que enfrentar estas personas.

El acto que organizó la junta vecinal de Celada se celebró de forma «humilde», pese a que la idea era hacer una «gran fiesta», dadas las circunstancias derivadas de la crisis sanitaria. Así lo manifestó la presidenta de la entidad local, Malena Huerga, que destacó que este proyecto estaba latente desde el año 2015. Pero a pesar de que la COVID-19 ha marcado las pautas en este acto, como en todos, el recuerdo de todos los emigrantes de esta zona leonesa permanecerá vivo para siempre, a través de este homenaje, esculpido con hierro y acero.
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