'Un hombre en la cama... es un hombre en la cama'

Contracrónica Cultural - Valladolid B: 'Los ‘guajes’ de Pucela metieron un gol en el túnel de vestuarios y tuvieron a los del esmoquin toda la tarde remando en barro'

Fulgencio Fernández
11/01/2016
 Actualizado a 10/09/2019
Navas intenta llegar a un balón dividido antes que el defensor del Valladolid B. | MAURICIO PEÑA
Navas intenta llegar a un balón dividido antes que el defensor del Valladolid B. | MAURICIO PEÑA
La tarde estaba para echarla a los perros, pero la Cultu sigue siendo una religión dura para unos «cienes», que allí estaban para recibir al Pucela B.
- ¿Son los de Valladolid?
- Sí, pero el B.
- ¿Pero sonde Valladolid?

Me recordaba la conversación a la película ‘Amanece que no es poco’ (que, por cierto, es lo que dicen los culturalistas cuando les preguntan qué es eso de los catarises con esmoquin); decía la peli cuando llegaban Ciges y Resines en una moto con sidecar a pedir fonda donde dormir y sólo quedaba una habitación con una cama. La cogen pero el gran Ciges pregunta:
- ¿Me respetarás?
- Hombre, eres mi padre;le dice Resines extrañado.
- Ya, soy tu padre, pero un hombre en la cama es un hombre en la cama.

Eso pensaba ayer, serán unos rapaces, pero son de Valladolid y «uno de Valladolid es uno de Valladolid», que diría Mariano Rajoy si le volviera ‘el hablao’, que no está nada claro que pase.

Y, sin embargo («pese a todo», en lleunés) la cosa se presentaba como bien organizada. No sé muy bien por qué pero en el campo estaba la comisaria, que después no fue titular y subió para el palco y la pusieron con Silván, el alcalde, que ya me dijo el mi vecino de asiento, que tiene peor hostia que Ciges comentando:«La sientan ahí para que controle, no vaya a ser que al alcalde le subanunos vapores de tanto tiempo que estuvo en Valladolid y vayaa decir algo que no proceda».

No lo creo, que a Don Silván lo tengo yo muy visto en la grada conel su rapaz y la bufanda de la Cultu cuando nevaba tanto como en aquellos tiempos en los que la nieve la pagaba Franco y compraba camiones con cojones.

Total, que andábamos en estas disquisiciones filosóficas-autonomistas-cinematográficas cuando los guajes de Valladolid nos metieron un gol yo creo que en el túnel de vestuarios, aunque hay quien lo vio en el campo.

- Y nosotros en esmoquin, cómo para ponernos a remar en el charco.

Los esmoquin llenos de barro es como si el recepcionista del Hostal te recibe con el dedo en la nariz sacando un moco   La verdad es que verlos ayer con el esmoquin y el barro que había es como si llegas al Hostal de San Marcos y el señor de la recepción te recibe con el dedo en la nariz, sacando un moco. Pero, oye, amanece que no es poco. Ya lo dice Santi Santos, «a mi me lo ponen pues me lo pongo, me lo quitan , pues lo quito».

Total, que a remar enel barro. En los primeros golpes, cuando el barro todavía no chapuzaba mucho, lograron el empate, pero había que seguir chuzando, con el esmoquin cada vez más sucio, el barro por los tobillos y la denuncia palmaria de que Castilla tiene muy mala sanidad, a aquellos guajes de Valladolid nada más que les tocaban se caían como si hubieran tenido una bajada de tensión hasta el cero de máxima. Ya lo decía el mi vecino cada vez que les daban un balonazo:«Aberrunto mareo».

Y en una mejoría pasajera de los rapaces nos metieron otro gol y nos mandaron de vuelta para el sidecar, si ya os lo dije:«Uno de Valladolid siempre es uno de Valladolid», que no se si no será lo que va a decir Rajoy en una rueda de prensa que acaban de anunciar.
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