Pablo García pertenece a una ‘camada’ de ganaderos de ovino que han dado una orientación totalmente diferente al sector. Están preocupados por que la cobertura de Internet en la explotación sea adecuada y puedan cruzar datos correctamente con el neutrólogo o con acceder desde cualquier lugar a los sistemas de la explotación si hay alguna incidencia. Dignificar una profesión que no se puede amparar en la «vocación».
Este joven ganadero leonés se muestra crítico con ese discurso porque lo primordial es el «beneficio empresarial». Sin eso, afirma, «no hay vocación que valga». Y predica con ejemplo, buscando su retorno, apostando por el cooperativismo, condiciones laborales adecuadas con confianza, apostando por la modernización del riego o compartiendo experiencias en el Foro del Ovino –donde algunas veces también tiene que enfrentar prejuicios y viejas manías, como el silencio alrededor de las cuestiones económicas de las granjas–. Sin embargo, critica algunos sinsentidos como los «vampiros de ideas», aquellos que recelan de las ideas, pero luego se las atribuyen cuando triunfan.
Y no es simple empecinamiento porque es intentar «vivir en el pueblo, del pueblo, pero como cualquiera de la ciudad». Es decir, hacer avanzar el campo en el que siempre ha vivido, su verdadera vocación.
Un fuerte espíritu emprendedor frente a la simple vocación
Una 'camada' de ganaderos leoneses busca renovar el sector
14/03/2019
Actualizado a
18/09/2019
Lo más leído