Un fracaso anunciado

El nombre es mucho más largo que sus resultados: Mesa por el Desarrollo Económico y Social de la provincia de León. Los nombres y los cargos de los que quisieron aparecer en su primera fotografía (todo hombres, por cierto, aunque el feminismo selectivo del PSOE diluyó las críticas) también ocupan muchísimo más de lo que ha dado de sí una iniciativa que, cada día más, se demuestra que nació con el único objetivo de desactivar las crecientes reivindicaciones leonesistas, creciente al menos en la época en que nació esta cortina de humo llamada Mesa por León, puesto que fue al poco tiempo de que las calles de la capital leonesa acogieran una manifestación histórica en la que, contradictoriamente, estaban detrás de las pancartas algunos de los responsables de la situación de abandono que sufre la provincia de León, o al menos algunos de quienes podrían ponerle solución. Ayer de nuevo los sindicatos, muy críticos con el desarrollo de esta mesa que ellos mismos convocaron, volvieron a reunir a los principales partidos, entre los que sólo PP y PSOE, con palabras igual de huecas, mantienen la esperanza sobre tan estéril foro.