Un ex de Baloncesto León que cogerá el timón en la NBA

En la temporada 2003/04, con Baloncesto León por cuarto año seguido en la Liga Leb tras haber saboreado las mieles de la ACB durante una única temporada después de su segundo y último ascenso,el ‘arquitecto’ Joaquín Rodríguez apostó por Jamahl Mosley, un alero norteamericano que jugaba en Australia, en los Victoria Giants, para ser uno de los líderes de la plantilla.

Jugó 31 partidos, promedió casi 12 puntos, 5 rebotes y un robo en cada uno,y sólo estuvo un año, siendo 'cortado' antes de final de una temporada en la que Baloncesto León cayó en la final del ‘playoff’ de ascenso con Bilbao Basket. De hecho no volvió a jugar en España, yéndose a Finlandia y Korea durante los últimos años de su carrera.

Eso sí, si como jugador no tuvo una trayectoria brillante, de entrenador no ha dejado de crecer y ahora le ha llegado su gran oportunidad, pues cogerá el timón de un equipo en la NBA el año que viene.

Otros dos ex de León, Joe Wolff y Rex Walters, fueron asistentes en la NBA, pero ninguno primer entrenador Y es que Orlando Magic ha apostado por él para dirigir a su equipo la próxima temporada, premiando la formación que durante años viene llevando a cabo, pues con sólo 27 años ya se retiró y entró a formar parte del staff de Denver Nuggets, donde estuvo cinco años entre el desarrollo de jugadores y la labor de asistente que luego tuvo durante cuatro campañas llevó a cabo en Cleveland Cavaliers y durante las siete últimas en Dallas Mavericks, donde era de hecho uno de los hombres de confianza de Luka Doncic.

Ya había habido otros ex de Baloncesto León de asistentes en la NBA como Joe Wolff y Rex Walters, pero Mosley es el primero que tomará las riendas como primer entrenador, algo que no sorprende en exceso a los que convivieron con él en León.

Se retiró con 27 años y a la campaña siguiente ya empezó de asistente. Las últimas 7 lo fue en Dallas Mavericks Así Joaquín Rodríguez, de vuelta a la primera plana del basket tras fichar por el Almansa de Leb Oro para ser su gerente, recuerda cómo «no te choca que pasara a los banquillos, aunque obviamente no te lo imaginas llegando hasta ahí porque es dificilísimo, pero él se metió muy pronto en los cuerpos técnicos, que allí son muy grandes y están muy valorados, y ha hecho carrera».

«Era un tío listo jugando, tácticamente muy espabilado y que veías que entendía muy bien el baloncesto. Además era un gran profesional y tenía una ética tremenda de trabajo», señala Joaquín Rodríguez, reconociendo que «en lo deportivo le faltó un poquito de suerte, en Australia había dominado la liga y aquí le costó más», pero que «estuvo muy implicado con los demás, aunque el idioma le frenaba algo le veías  siempre intentando transmitir cosas a sus compañeros».