Un espectáculo de creación propia a partir de una cama

‘Cinco esquinitas’, cuya premiere tuvo lugar en La Pequeña Nave ante un reducido aforo de 25 personas y dentro del V Festival Urogallo de Poesía Expandida, tendrá su estreno oficial este sábado a las siete y media de la tarde en el Teatro El Albéitar de la ULE con un aforo limitado en esta ocasión a 70 espectadores y entrada a 8 euros

L.N.C.
19/11/2020
 Actualizado a 19/11/2020
Manuel Ao, Ángel Zotes (de espaldas), Luis Martínez y Víctor M. Díez en un momento del montaje ‘Cuatro esquinitas’. | JUAN LUIS GARCÍA
Manuel Ao, Ángel Zotes (de espaldas), Luis Martínez y Víctor M. Díez en un momento del montaje ‘Cuatro esquinitas’. | JUAN LUIS GARCÍA
El colofón del V Festival Urogallo de Poesía Expandida celebrado el pasado mes de octubre en la capital leonesa lo puso ‘Cinco esquinitas’, un montaje a cargo de cuatro artistas locales –Víctor M. Diez, Ángel Zotes, Luis Martínez y Manuel AO– que mostraron un trabajo de investigación sobre un objeto cotidiano, una cama, a través de la danza, la experimentación sonora, la poesía y el teatro. El hecho de que solo pudiera ser contemplado por 25 espectadores en el recinto de La Pequeña Nave ha hecho que sus responsables se plateen este sábado un estreno en el Teatro El Albéitar con un aforo algo superior, pues llegará a setenta espectadores, y con entrada a 8 euros, una función que dará comienzo a las 19:30 horas.

‘Cinco esquinitas’ es un proyecto escénico de una hora de duración que reúne a cuatro artistas de otras tantas disciplinas, música, danza, teatro y poesía, que llevan a cabo una investigación conceptual en torno a un objeto cotidiano como puede ser una cama. Ese proceso de investigación ha conducido en este caso a la creación de una pieza escénica en torno al mencionado objeto explorando sus partes (memoria, tradición, historias, contexto...) y que ha dado como resultado «un cabaré del siglo XXI apto para todos los públicos y cargado de belleza e ingenio», aseguran sus cuatro artífices, Ángel Zotes Ramos (danza), Luis Martínez Campo (música y experimentación sonora), Víctor M. Díez (poesía) y Manuel Alonso Ortega (teatro), cuatro personalidades de la cultura leonesa que cuentan con una larga trayectoria.

Ángel Zotes se formó en danza contemporánea en Madrid, titulándose en la Escuela Profesional de Danza de la Comunidad. En Madrid inicia su trayectoria profesional con las compañías locales Losdedae y Rayo Malayo. En 2000 forma en Santa Cruz de Tenerife la compañía de danza-teatro Nómada, donde inicia proyectos personales como ‘A_ destiempo’ y ‘Contigo cebolla y vino’. Estudia acción teatral en la Greenwich Dance Agency y el Chisenhale Dance Space (Londres) y trabaja en Barcelona con coreógrafos como Mónica Valenciano o Jeremy Wade, y en proyectos de Los Corderos o Iliacan. También realiza, junto a Álvaro de la Peña, el proyecto de carácter social Pobles y Barris en Bansa.En León ha participado en proyectos como ‘Der Dämon’ de Sabine Dahrendorf, ‘Mientras’ de Silvia Zayas o la obra ‘Desea’ de la compañía vallisoletana Hojarasca. También en León, en 2014, fundó el colectivo Tambaleos de Perdiz y comenzó con la actriz Ruth Oblanca una serie de talleres-laboratorio, de los que surgieron las obras ‘Igonocencia’, ‘Vértigo al agua’ y ‘Alteridad’. En la actualidad colabora con la compañía de danza asturiana Proyecto Piloto, con la que ha estrenado recientemente la obra ‘La levedad de la euforia’.Víctor M. Díez  es poeta, actor y conocido agitador cultural. Su labor siempre ha estado ligada a la escritura y a la escena en sus múltiples variantes. Ha firmado dos obras teatrales: ‘Aquí en la tierra’ y ‘Medea’. Su obra ha sido incluida en numerosas antologías y recopilaciones, y ha firmado guías de viajes, catálogos de pintura y libros de encargo, como ‘25 años de Teatro Corsario’ (2001) o ‘Decir casa, antología poética sobre el hecho de habitar’ (2008). Ha coordinado diversos talleres de escritura creativa, y cabe destacar su colaboración en la última década con músicos improvisadores en multitud de proyectos.

Entre sus labores de comisariado y programador de ciclos culturales están algunas de las propuestas más radicales e interesantes de la ciudad de León, como ‘Cuatro Cuartetos’ (2001-2009), ‘Roma en el espejo’ (Ayuntamiento de León, 2013-2019), ‘Laboratorio Poético’ (2014-2019), ‘Nombrando el porvenir / Encrucijada de poetas’ (Musac, 2014-2015) y la programación de Ferecor el bar (2015-2109).

Luis Martínez Campo es músico, artista y educador. Produce y colabora en proyectos artísticos en los que aborda lo sonoro desde una visión expandida y transdisciplinar, cobrando especial importancia los procesos creativos colaborativos. En su trabajo, considera los procesos educativos como formas de producción cultural. Ha realizado proyectos con DA2, Universidad de Salamanca, Colectivo Menhir, Asociación UAW/MF, Teatro el Mayal, Laboratorio de Teatro Político y Juventudes Musicales de León. Como director musical ha producido espectáculos con Electra Teatro (Salamanca), La Farsa Barro-k (Madrid) y The Spanish Theatre Company (Londres). Como director artístico destacan ‘Al invierno no se lo come el lobo’ (Laboratorio de Teatro Político, 2018), la creación colectiva a partir de textos de Bertolt Brecht ‘Terror y miseria’ (Taller de creación escénica Electra, 2017) y ‘Jácara del Mellado. Versión de oficina’ (Electra Teatro, 2016), una pieza sonora escénica a partir de un texto de Calderón de la Barca. Actualmente es artista en residencia en la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, donde desarrolla el proyecto de experimentación sonora y escucha expandida ‘Los sonidos de la escuela rural’ y colabora en otros programas de arte y educación.Manuel Alonso Ortega es actor y dramaturgo. En su breve currículo recurre a la primera persona. «Mi nombre artístico es: Manuel AO. Lo de ‘AO’ es por pura vagancia de escribir mi nombre completo. Me gustan los días nublados sin lluvia, las personas que hacen preguntas, las camisetas viejas y el olor a café recién hecho. No me gustan las migas de pan en el suelo, las banderas que no sean la ropa tendida, esperar demasiado y los viajes de vuelta.

Soy actor porque me hacía el gracioso en clase, poeta-miope, atracador de bancos frustrado y artista del todo/nada. He trabajado con muchos grandes desconocidos y algunos conocidos infames. Hago teatro porque no sé hacer otra cosa».

Entre sus montajes destaca ‘El éter bajo la montaña’, pieza escénica «en proceso» que trata sobre la locura y está inspirada en la poesía vivencial de la poeta leonesa Mareva Mayo y los testimonios de otras personas diagnosticadas con una afección mental. También forma parte del nuevo proyecto escénico Teatro Bébora ubicado en la sede de la Asociación UAW/MF.
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