Cada vez que Mauri anda con prisas —y ayer Mariano me lo trajo a la misma velocidad que sale el presidente en los telediarios cuando está de vacaciones— viaja a esa carpetas en las que él sabe que siempre aparecen joyas en forma de fotos. Una de las más seguras, en la que siempre encuentra alivio para sus sofocos, es la de todo el mundo que rodea a la habitual corrida de rejones de la feria taurina de San Juan, y con especial interés en la yeguada de Pablo Hermoso (de Mendoza).
Yte deja por toda explicación unan frase: «Sufre mamón».
Habla con conocimiento de causa pues es consciente de que vive los toros a contracorriente y cuando va a hacia la plaza es de los que dice con escaso entusiasmo «voy a los toros» ycuando vacía la cámara, a su regreso, reconoce: «Tengo unas cuantas fotos para última».
Ahí tienes un ejemplo de cómo PH te intenta llevar a su causa, como lo hace con sus explicaciones del mundo del toro —las compartas o no—.
Pero tengo que reconocer que como redactor sin recursos técnicos ante el toro y el caballo te da mucho juego con los nombres con los que PH bautiza a sus caballos y yeguas: Helios, Kechua, Ébano, Mistral, Coyote, Samurai, Excálibur, Garibaldi, Dante, Sancho, Unamuno, Saramago, Ícaro, Donatelli, Dalí, Viriato, Dom Quixote... Duende.
Y aquí llamando a las vacas y toros Sakira y Piqué...
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