Un despistado o un borracho

Ya no sé cómo funcionan estos códigos de los nuevos protocolos, que siempre creí que era una palabra que no iba a usar jamás pero esta cumbre de la OTAN tiene una onda expansiva inimaginable, llega hasta estos pueblos de la que llaman ellos España vaciada, de los que no se habla en estas cumbres porque cuando se ponen serios los geómetras de las guerras, cuando se juegan la pasta y el poder, con el tío Sam por medio, no se van a detener en pijadinas de poca índole sobre si los ganaderos venden la lecha a pérdidas.

Como para entender el protocolo, sin embargo, sí me quedan ideas de los códigos antiguos que, seguramente, tampoco tengan nada que ver con la realidad de las escenas actuales, como la de la foto.

Recuerdo una estampaexactamente iguala la de la foto pero con olor a sudor y a alcohol de madrugada. A las cinco o las seis de la mañana, en la histórica discoteca Royal Sigor’s de Pola de Gordón. Ya no quedaba nadie dentro y en el ropero quedaba una chaqueta en su percha.

Por dar conversación al inolvidable Tristán abrimos conversación mirando hacia la chaqueta; y aventuramos.

- Un despistado.

- O un borracho; matiza él que maneja más datos y sabe de qué va el paño.

Tengo para mí que acertaba Tristán. Por eso no aventuro nada de la foto.