El Ayuntamiento de León fue este lunes el lugar elegido para la presentación de este curso, que se celebra hasta hoy entre el Conservatorio y las instalaciones de la Fundación Eutherpe y comienza su andadura mañana en el Auditorio, donde se clausurará con dos conciertos los días 9 y 10 de septiembre.
Los representantes del curso estuvieron acompañados ayer por el concejal de Educación del Ayuntamiento de León, Javier García Prieto, que quiso trasladar su «felicitación y reconocimiento» a Margarita Morais, precursora de este curso, «una gran iniciativa de excelencia de música, en mayúsculas» con la que el Consistorio de la capital colabora mediante la cesión del Auditorio ‘Ciudad de León’ durante cinco jornadas.El curso está dividido en tres partes diferenciadas. Por un lado, los pianistas, que trabajan junto al maestro leonés Joaquín Soriano. Por otro, los directores de orquesta, que en esta ocasión ceden la batuta al maestro italiano Bruno Aprea, que lleva colaborando con este cursodesde sus inicios, en el año 2004. De forma paralela, se celebra el encuentro de la Joven Orquesta Leonesa (JOL), con su director Francisco Valero y los profesores David de la Varga, Raúl Sancho y Jaime Puerta.
Todos ellos trabajarán en un repertorio de cuatro piezas «nada fácil», aseguró este lunes Margarita Morais, del que los leoneses podrán disfrutar en el Auditorio durante los días 9 y 10 de septiembre a las 20:30 horas con sendos conciertos.
Son un total de 22 alumnos, entre directores y pianistas, que llegan a León venidos de diferentes puntos de España y de diferentes lugares de todo el mundo, lo que pone de relevancia el alcance internacional de este curso. «La semana pasada recibí información desde el Conservatorio de Amsterdam», celebró Francisco Valero para poner un ejemplo del reconocimiento de este evento.
Uno de los alumnos, que previamente seleccionan los responsables del curso para seguir manteniendo el carácter ‘personalizado’ de las clases, es el burgalés Álvaro Martín, que participa en él por tercer año. «Tiene su gancho», confesó ayer en la presentación, y, además, «es un sitio muy especial en el que se aprende mucho». «Si hay dos palabras que rondan fuera de los ensayos entre los que participamos es la generosidad y la entrega absoluta de Margarita Morais y los maestros», agradeció también el alumno.
Otro de ellos es el director madrileño Pablo Andoni, que forma parte del curso por quinto año y destaca la «enorme vocación artística y didáctica» de los maestros Aprea y Soriano. A pesar de llevar cinco años, celebra, «siempre me sorprende» y, cada año, «la orquesta crece y suena mejor», en referencia a la JOL. Tampoco duda en referirse a León durante esta semana como «capital internacional de la música clásica».
Maestros de altura
Junto a Margarita Morais, gran impulsora de este proyecto, trabajan constantemente los maestros Bruno Aprea (director) y Joaquín Soriano (pianista).
El italiano Bruno Aprea, de quien fue la idea, aseguró este lunes Morais, reconoce que se trata de «un gran curso» y cada año «se supera». «Es un gran placer para mí que cada año salga adelante», expresó en italiano mientras reconocía entre risas que muchos alumnos han llevado una enseñanza doble, porque también han aprendido el idioma.
Por su parte, el pianista leonés Joaquín Soriano quiso hacer hincapié en el «buen ambiente» con el que trabajan durante esta semana en la que pretende «meterse en la personalidad del alumno para conocerse bien y aceptarse» con la «generosidad» como base y Margarita Morais «como nuestro punto de referencia por lo que ha conseguido». En esta decimocuarta edición, intentará «subir otro peldaño» en la carrera de estos alumnos que viven durante estos días una formación intensiva concentrada en clases de mañana y tarde.
El repertorio
El repertorio en el que trabajan pianistas, directores y la Joven Orquesta Leonesa estos días está compuesto por cuatro piezas que se podrán oír en el Auditorio y han trabajado en él «con un año de anticipación», confesó Morais. La primera de ellas es el concierto para piano y orquesta número 5 de Beethoven, conocido como ‘El Emperador’. La segunda pieza, será el concierto para piano y orquesta número 1 en mi bemol mayor de Franz Liszt, «muy corto porque une todos los tiempos como si fueran una sola pieza», explicó la presidenta de la Fundación Eutherpe. Continuará el repertorio el concierto de piano y orquesta en la menor opus 54, de R. Schumann, una pieza dividida en tres partes que fue compuesta en diferentes momentos.
Para finalizar, se interpretará el concierto para piano número 3 en re menor opus 30 de Seguéi Rajmáninov, famoso por su exigencia musical y técnica para el intérprete. Una pieza «peligrosísima» para la orquesta, aseguró Morais, que implica «muchísima responsabilidad y gran dificultad musical, de interpretación y técnica».