Un cuarto de siglo entre cornetas y tambores

La Banda del Santísimo Cristo de la Victoria cumple, empañada por el Covid-19, 25 años como primera banda independiente de León gestionada al margen de las cofradías

Miriam Badiola (Ical)
14/03/2020
 Actualizado a 14/03/2020
banda-cristo-victoria-1432020.jpg
banda-cristo-victoria-1432020.jpg
Corría el año 1994 cuando Santiago Rojo Rubio cumplía once años y la Semana Santa de León contaba con dos bandas musicales, la de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Redención y la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Sin embargo, ese mismo año, un grupo de unas 40 personas descubren, a raíz de la visita de la Banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana de Sevilla, que existe “otra manera de hacer las cosas, tanto a nivel musical como a nivel administrativo”, germen de lo que hoy, 25 años después, permite celebrar el primer cuarto de siglo de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Victoria, aunque la suspensión de las celebraciones de la Semana de Pasión trastoque su previsiones.

Así lo recuerda su actual director, Santiago Rojo, a quien “todo esto me pilló muy pequeño”, y que explica que hasta entonces, en León, las bandas dependían de las cofradías, que eran las que las financiaban, pero a su vez las bandas también financiaban a las cofradías dando todo lo que cobraban por las actuaciones.

Sin embargo, los fundadores de la Victoria, decidieron “poner en marcha un proyecto en el que si la banda cobraba un determinado dinero por hacer una actuación, pudiera invertirlo en algo que repercutiera directamente en ellos, como un instrumento, una partitura o algo así”, lo que suponía “una política que no encajaba con lo que había en León en la época”.

De esta forma, algo más de 40 personas decidieron “echar a andar” la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Victoria, la primera banda independiente de León, gestionada al margen de ninguna cofradía, en abril de 1994, constituyéndose como tal en el mes de mayo, con el objetivo de poder salir en alguna procesión en la Semana Santa 1995, algo que “en León era imposible porque las cofradías no nos podían ni ver porque éramos los transgresores”.Así, a un mes para llegar la Semana Santa de ese 1995, tras muchos meses de trabajo, la Banda no tenía cerrado ningún contrato para salir a la calle, hasta que, tras “buscarse la vida por Andalucía”, recibieron la llamada de Nuestro Padre de Jesús Nazareno del Paso y María Santísima de la Esperanza, “una de las cofradías señeras de Málaga” que dio paso a “la primera Semana Santa de laBanda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Victoria”.A partir de ese momento y, “tras 25 años de trabajo”, la Banda ha llegado a una nómina de 110 personas entre músicos y administración, de los que el grueso son de la ciudad de León, pero también de localidades, como Valencia de Don Juan, Astorga o La Bañeza, así como de otras provincias, como Salamanca, Zamora y Asturias, que acuden a León a ensayar unos cinco días a la semana.Unos integrantes entre los que hay “tres personas con estudios en percusión, solfeo y varios años cursados de piano”, ya que “el 98 por ciento de la gente no sabe de música”, pero que “a la fuerza hemos tenido que aprender a leer música porque llegó un momento en el que lo que antes se podía montar de oído, ahora con el tráfico de partituras que hay, se necesita alguien que lo lea y lo transmita a gente que no lo sabe leer”.No obstante, la formación no solo ha crecido en número de integrantes, sino que “la riqueza instrumental de ahora ya no tiene nada que ver con la de antes”, de manera que “lo único que se mantiene es la percusión”, que sigue siendo de tambores y timbales, pero en viento, “lo que antes eran exclusivamente cornetas se ha ido convirtiendo en tubas, trombones, trompas, bombardinos o fiscornos”, aunque “la voz cantante la siguen llevando las cornetas” pero que, “llegaron a un punto en el que su evolución ya no daba más porque es un instrumento muy limitado”, por lo que se decidió “evolucionar por debajo con una riqueza melódica que antes no existía”.En cuanto al repertorio de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Victoria, Santiago explica que cuando se fundó, al tener como espejo a la banda de las Tres Caídas de Triana, “la mayoría de las composiciones siguen esa línea”.“Sí que es cierto”, reconoce el director de la Banda, “que hemos intentado hacer un estilo propio pero eso es muy complicado, porque tiene que tener unos criterios y aquí cada uno componemos de una madre y un padre y además donde nosotros nos movemos, en Andalucía, hay unas marchas propias que tienen repercusión, pero por suerte o por desgracia, el estilo que gusta es el de la banda que seguimos”.Así, de 54 marchas que lleva el repertorio, un 25 por ciento son marchas de autores clásicos de principios de 1900, pero “también hay del estilo de Triana y también marchas de los años 90, que fue el ‘boom’, e incluso una estrenada el año pasado”.Un repertorio que incluye unas trece marchas de tres compositores de la banda, Nicolás Turiezo, el exdirector Alejandro del Amo y el actuar director, Santiago Rojo. “No sé cómo se hace una marcha. Yo no tengo la facilidad que tienen otros, pero igual un día salgo de trabajar y empiezo a silbar una cosa que parece que me suena, la llevo al piano y puedo estructurarla. No te programas, hay quien sí lo hace y es una virguería, pero a mí me tiene que pillar la inspiración”, apunta Rojo. Grabación en tiempo récordHasta el momento, la banda tiene editados tres discos propios. “Como siempre nos proponíamos hacer cosas que nadie había hecho aquí, nos liamos la manta a la cabeza, nos fuimos a Sevilla y grabamos un disco en un fin de semana”, explican desde la banda quieres recuerdan que “el primer día que fuimos al estudio a grabar íbamos hasta bien vestidos, pero en el segundo disco, que también se grabó en Sevilla, ya fuimos sobre aviso del primero, y veías gente en chándal, en chanclas y tirada por el suelo”.El director de la Victoria recuerda que “cuando salía el ingeniero de sonido, un hombre que había grabado a Camarón, nos decía unas cosas que nos tenía acojonados, pero es que me imagino su cara cuando le dijeran que iban a aparecer 40 tíos a grabar un disco”.Así, estos dos primeros discos, grabados en Sevilla en tiempo récord, cuentan con marchas propias y marchas de la banda de las Tres Caídas. Tras ello, colaboraron también en un redondo con la Hermandad del Prendimiento de Úbeda.

El tercer disco surgió a raíz de una colaboración con el guitarrista flamenco Gonzalo Valladares en Torneros del Bernesga, donde los miembros de la Banda conocieron a Pablo Vega, con quien surgió la posibilidad de grabar en León, “pero con la confianza de poder hacerlo aquí, si los primeros discos se grabaron en un fin de semana, este tercero llevó un año, como a los grandes artistas”, bromea Rojo.

En este momento, la banda prepara la grabación del cuarto disco, compuesto por nueve marchas, de las que siete “ya están grabadas prácticamente enteras”, tras lo que “habrá que llevar a cabo el proceso de estudio, que será mezclado y masterizado y, finalmente, maquetado”. El coronavirus les ha obligado a paralizar los ensayos para velar por la salud de sus integrantes en este difícil cumpleaños de la formación.

Una escuela para hacer cantera


Con el objetivo de “intentar captar nueva gente” y “hacer cantera”, la Banda del Santísimo Cristo de la Victoria se convirtió en la única banda que cuenta con una escuela infantil de música.

Actualmente, la escuela cuenta con una treintena de niños entre los cuatro y los once años, a los que los propios miembros de la banda imparten nociones básicas de lenguaje musical para luego orientar a cada uno hacia el instrumento que le guste, con la idea de que lleguen posteriormente a la banda, siendo ya dos los jóvenes que han dado este salto. “La idea es que sean nuestra cantera y que con el tiempo, si los niños fueran comprometiéndose, pudieran llegar a salir aquí en León”, aunque “es difícil arrastrar niños ahora mismo”.

XXV aniversario de inflexión


La idea de la banda para conmemorar este XXV aniversario de su primera Semana Santa es celebrar tres conciertos “en espacios donde no se haya tocado nunca o casi nunca”, como son el patio de la antigua cárcel del Archivo Provincial, situado en la plaza Puerta Castillo, o el patio del Palacio de los Guzmanes, que “debido a la crisis del Coronavirus no sabemos cuándo los celebraremos”, a los que se les pretende dar un toque benéfico, “aunque todavía está por definir cómo”.

También se está desarrollando una página web, se está grabando el disco y se venderá merchandising, con el objetivo de que los actos culminen en Santa Cecilia, el 22 de noviembre, con un gran concierto.

Sin embargo, el director de la Banda, Santiago Rojo, considera que este XXV aniversario, empañado ahora por la emergencia sanitaria, supone “un punto de inflexión para garantizar la continuidad” de la Victoria. “La banda tiene un hándicap, como todas las entidades de este estilo, que es que no tiene un relevo generacional en el que haya chavales pegándose por entrar”, a lo que se suma el hecho de que , “analizando la situación, tenemos una banda de 110 personas pero no está operativa al cien por cien, porque no todo el mundo tiene vacaciones para bajar lunes, martes y miércoles a Andalucía”, donde “hay una cosa que está muy mirada que es el número y si nosotros cada vez, por las circunstancias, somos alguno menos y la exigencia es mayor, no sabemos qué pasará”.

Por ello, aunque normalmente en León tan solo salían el Sábado de Dolores con la Cofradía de Jesús Sacramentado -algo que no ocurrirá en esta ocasión-, se pretende llevar a cabo “un gesto de apertura de la banda a toda la gente que quiera entrar y pueda participar más de la Semana Santa de León e incluso permita abrir la puerta a que en un futuro, no sé si de un año, de cinco, de diez o de otros 25, se pueda contar con nosotros en la Semana Santa de León” algo que “, por suerte o por desgracia, lo marcará el tiempo”.
Archivado en
Lo más leído