Un compromiso firme con León para la recuperación económica y social desde la unidad, por Juan Carlos Suárez-Quiñones

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta analiza las fortalezas de la provincia tras la pandemia

Juan Carlos Suárez-Quiñones
07/06/2020
 Actualizado a 07/06/2020
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La crisis provocada por Covid-19 ha generado una situación sin precedentes, al menos nunca experimentada por nuestra generación. Recuerdo aquellos momentos iniciales en los que el tiempo se medía por horas, por minutos, minutos esenciales para salvar vidas. Por ello quiero que mis primeras palabras sean de recuerdo para todas las víctimas mortales de esta desgraciada crisis sanitaria, quiero mostrar mi sentimiento de pesar a sus familiares y a las personas más cercanas y de su entorno. Y por supuesto a las personas y familias que están sufriendo las consecuencias de salud y las económico-sociales derivadas de la crisis de Covid-19. No por repetido no sigue siendo necesario. Un sentido e infinito agradecimiento a las mujeres y a los hombres de las profesiones sanitarias y de servicios sociales, de las fuerzas y cuerpos de seguridad, fuerzas armadas, voluntarios de protección civil, a los empleados de la Junta de Castilla y León, a los trabajadores de todos los sectores considerados esenciales, a las autoridades locales, provinciales y nacionales, a los empresarios y autónomos de todos los sectores de actividad, por su implicación, su valentía, por no dejarse arredrar por las dramáticas circunstancias que hemos vivido empujando todos a una para salir de la situación con el menor daño, que es mucho. Gracias por su comprensión y su actitud proactiva desde el inicio de la crisis. Y desde luego es de justicia reconocer, y es un orgullo, el comportamiento responsable y ejemplar de los leoneses ante una emergencia sanitaria que ha condicionado nuestra forma de vida, nuestra manera de actuar y nuestras costumbres.

Las necesidades eran muchas, repentinas y crecientes de forma exponencial, por lo que se hacía perentorio una gran capacidad de compra y de todos los elementos necesarios para la protección de las mujeres y hombres que luchaban contra la extensión de la epidemia y el tratamiento de los afectados. La Junta abordó la contratación centralizada, la gestión de la logística para la adquisición de bienes y servicios para atender al sistema Sanitario. En ese momento crítico, recuerdo que nos encontramos con un mercado enloquecido, colapsado y roto a nivel internacional, en seguridad y en gestión. Seguimos incrementando stocks estratégicos que nos garanticen la absoluta seguridad de suministro ante la eventualidad de un, esperamos que no llegue, rebrote de la enfermedad.

No puedo dejar de destacar el compromiso y generosidad de la ciudadanía, y recordando las donaciones realizadas, un gesto que ha sido, en aquellos momentos, emocionante. Y las empresas de nuestra Comunidad, de León, se han lanzado, con iniciativa y coraje, a fabricar estos materiales, respondiendo al programa RETOS que pusimos en marcha para el autoabastecimiento desde la Comunidad.

Quería compartir el sentimiento de esos días; la gran responsabilidad, la preocupación continua, las incomprensiones, pero también el aliento y el ánimo que el comportamiento de nuestra gente nos ofrecía, y desde luego la fortaleza inquebrantable que nos daba el objetivo de salir adelante. No se podía parar. Sin duda alguna el coronavirus ha sido un duro mazazo para todos, pero también nos ha mostrado la capacidad del ser humano para superar las dificultades. Todas, las pensadas y las impensadas, desde la fortaleza de la unidad, dando significado más que nunca a la palabra sociedad.

Una unidad que se puso de manifiesto en los órganos de coordinación del Plan de Protección Civil que la Junta puso inmediatamente en marcha al inicio de la crisis y en su máximo nivel de gravedad. Órganos provinciales y a nivel autonómico, en los que las distintas administraciones, sus representantes, actuaron desprovistos de cualquier otra consideración que no fuese la ecuación problema-solución. Ha sido una prueba de fuego para estas estructuras, y la han superado con creces.

Pero al tiempo, la Junta también planificaba y tomaba medidas inmediatas y de cara al futuro atendiendo las necesidades socio-económicas de las familias de nuestra Comunidad. En vivienda, por ejemplo, convocamos ayudas extraordinarias al alquiler por 5,4 millones, perdonamos durante el estado de alarma el 50% de la renta mensual en las viviendas de la Junta,y el otro 50% prorrateado en tres años, ampliamos el crédito de las ayudas ordinarias al alquiler en 3,5 millones, ampliables, y también aplazamos en tres años las cuotas de amortización de las compradas, y un abanico de posibilidades para afrontar las deudas que pudieran tener. El 1 de julio convocaremos 15.3 millones de ayudas ordinarias al alquiler para este año 2020, con el compromiso de ampliar el crédito si es necesario para que ninguna familia se quede sin estas ayudas. Con ventajas para los menores de 35 años y mayores de 65. Medidas que se unen a otras muchas de índole social que el objeto de esta carta no permite pormenorizar.

Desde el punto de vista económico, la necesidad más acuciante en estos momentos es disponer de liquidez y recursos para pagar la factura de los enormes gastos a los que nos enfrentamos. La Junta ha dotado partidas presupuestarias para la promoción de empleo, fondos y financiación para las pequeñas y medianas empresas y autónomos, verdaderos motores de la economía de nuestra tierra.

En este momento crucial Europa debe aportar fondos adicionales no reembolsables suficientes y permitir un mayor endeudamiento para afrontar el importante déficit que vamos a sufrir. Y el Gobierno de España tiene la obligación de defender los intereses de nuestra tierra y trasladar una parte suficiente de estos fondos a la Junta de Castilla y León y a las administraciones locales, que son las entidades que gestionan la mayor parte de los servicios públicos que se prestan y han asumido el gasto de esta crisis sanitaria.

Castilla y León sigue siendo una comunidad que mantiene un endeudamiento muy por debajo de la media española, un 20,8% frente al 23% de media nacional. Prueba de una gestión adecuada y eficiente que nos da argumentos más que probados para una reivindicación histórica de Castilla y León respecto a la financiación autonómica. Ahora más que nunca el Gobierno de España debe atender la solicitud reiterada por la Junta para una financiación acorde a nuestra dispersión poblacional, envejecimiento, despoblación y extensión del territorio. Más de 500 millones de déficit de financiación. Si realmente el Gobierno de España quiere dar m oportunidades a la España rural, deberá modificar el sistema de financiación cuanto antes, y también la financiación de las entidades locales. Nunca más necesario que ahora. Un acto de Justicia que pondría fin a agravios y desajustes territoriales.

La crisis sanitaria nos ha marcado un camino a seguir. Un camino que implica una oportunidad para Castilla y León y especialmente para León. No debemos repetir los errores de la crisis de 2008. No podemos ni debemos frenar la inversión productiva ni dejar de insuflar dinero y actividad económica a nuestro tejido social, empresarial y laboral. Vamos a continuar con nuestros objetivos en las carreteras, en infraestructuras de depuración en nuestros pueblos y en los parques naturales, a destinar entre todas las Administraciones más de 100 millones de euros a la extensión de internet de calidad en todos los rincones de nuestro territorio, invertir en vivienda, en ciclo del agua, en infraestructuras del transporte. Si algo nos ha enseñado la crisis es que las telecomunicaciones juegan un papel esencial en el desarrollo económico, en la generación de empresas y empleos en el medio rural. El teletrabajo, ha salvado la gestión diaria de muchas empresas y administraciones. Es una oportunidad para trabajar en centros de trabajo de cualquier lugar de España pero desde los incomparables pueblos de nuestra maravillosa geografía.

León es una de las provincias más bellas y ricas de España, en historia, patrimonio, cultura, naturaleza, recursos naturales, empresas del sector tecnológico, agroalimentarias, farmacéuticas, en comercio, restauración y turístico. Y la Junta de Castilla y León redoblará sus esfuerzos con nuestra provincia y en el desarrollo de proyectos de valor añadido (Forestalia, Network Steel, por citar algunos ejemplos). Tenemos un compromiso claro y firme con León, con la Mesa por León que confiamos que se convoque cuanto antes y que se convierta en una plataforma para la atracción de proyectos para nuestra tierra.

Estas duras circunstancias que hemos vivido y estamos viviendo, son sin duda una magnífica oportunidad para dejar de mirarnos al ombligo, para no trabajar para enterrar la oportunidad de los acuerdos fijándonos sólo en lo que nos separa, para atajar la cómoda posición del agravio permanente, para dejar de criticar al que está a mi lado, sin examinar el propio comportamiento y esfuerzo. No tiene ningún valor la obtención de supuestas victorias pírricas por tener la palabrería más ofensiva hacia quien piensa que es contrario pero quiere lo mismo por el desarrollo de su tierra. Es hora de dejar las pequeñeces y pensar en grande, en avanzar con lealtad por nuestra tierra. Juntos. Como los equipos médicos que nos han salvado. Como un equipo que saque adelante a nuestro amado León. No sobra nadie. Vamos a ello.
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