Un ciudadano que pregunta

La vida diaria impone al ciudadano normal una serie de condicionantes que muchas veces no le dejan reflexionar adecuadamente, sobre todo cuando tiene que ponerse ante la declaración de la renta donde aparece toda su vida.

Comprueba entonces que le surgen serias dudas y preguntas que casi nunca se las responden, alegando multitud de sinrazones para que todo siga igual. Por eso nosotros retomamos esas preguntas o sugerencias que tiene la persona normal que trabaja y se las hacemos a quien corresponda en la certeza que no serán respondidas por nadie, ni siquiera por los profesionales de las diversas tertulias a todas luces débiles con la vara de mando.

¿Por qué se piden explicaciones a determinadas personas y a otros no?

¿Por qué se tarda tanto tiempo en administrar justicia en algunos casos y en otros se muestra una celeridad inusitada?

¿Por qué no se arbitran fondos económicos que modernicen estructuras del Estado como la Policía, Justicia, Ejército y se gasta el dinero público en otras
cuestiones que benefician a ciertos sectores con determinada adscripción política?

¿Por qué siempre hay críticas a las religiones que practica la mayoría y en cambio no se hace lo mismo con otras manifestaciones espirituales radicales?

¿Por qué no se priorizan antes las actividades sociales que tratan de proteger a los menos favorecidos y se prometen o se olvidan después de acudir a las urnas?

¿Por qué la educación es objeto de deseo por parte de todos los políticos y continuamente es objeto de leyes y reformas que nunca resuelven nada, emponzoñando
cada vez más la calidad de la misma?

¿Por qué la casa es ocupada por extraños y la justicia y la autoridad no evacúa esa propiedad y además los ocupantes viven de prestado porque el dueño real debe pagar todos los recibos de los servicios que tenga el piso y si se le ocurre entrar en él para desalojarles es objeto de una actuación draconiana por parte de la justicia?

¿Por qué tu patrimonio, herencia o bienes son gravados una y otra vez con impuestos confiscatorios y nadie hace nada por arreglar el roto tremendo que se les hace a las familias cuando heredan algo legítimo?

¿Por qué el voto de los ciudadanos no vale lo mismo en cada territorio?

¿Por qué hay tanto partidito político que tiene más peso que los partidos nacionales?

¿Por qué además esos partiditos deciden quién va a mandar en el pais aunque uno de los partidos nacionales obtenga la mayoría?

¿Por qué hay algunos que burlan las Leyes con tanta facilidad?

¿Por qué desde el último ciudadano al primero, últimamente, la Ley y su aplicación no es lo mismo dependiendo en la Comunidad en que se aplique?

¿Por qué no hay un comité especial para comprobar si las promesas que se ofrecen por los Partidos Políticos en las elecciones no se cumplen?

¿Por qué hay tanta subvención arbitraria?

¿Por qué algunos partidos políticos que accede al poder imponen su criterio sin tener en cuenta el de la mayoría del pueblo y sus necesidades?

¿Por qué los medios de información realizan su función de forma mediatizada por la política?

¿Por qué cuando un cargo político o de la Administración no dimite nada más que se conocen sus negligencias y abusos en el cargo que desempeña, por muy alto que sea su desempeño político o institucional?

Y seguiríamos casi hasta el infinito porque la dinámica española en particular y la general suponen un verdadero reservorio de sugerencias al respecto y también recibiríamos la contestación de los profesionales de la política con sus argumentaciones desgastadas y las posibles comisiones para debatir hasta el cansancio y no arreglar nada, además de considerar estas reflexiones como una especie de ingenuidad de ciudadanos.. ‘demasiado preocupados’.