Un choque especial para que Martín Franco ‘cuelgue el silbato’ tras 21 años en la Asobal

El árbitro leonés, nacido en Valladolid, tendrá el derbi como último partido antes de su retirada / "He disfrutado y lo he dado todo en cada encuentro"

Jesús Coca Aguilera
19/05/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Franco ve cómo Biosca hace una parada. | JAVIER QUINTANA
Franco ve cómo Biosca hace una parada. | JAVIER QUINTANA
Durante muchísimas temporadas, León ha tenido un árbitro en la élite del balonmano. Ha sido Antonio Martín Franco, nacido en Valladolid pero residente desde los cinco años en León, al que le ha tocado dirigir finales y competiciones europeas durante más de dos décadas.

Sin embargo, su camino llega hoy a su final. El leonés ‘cuelga el silbato’ al finalizar la presente temporada, tras 21 años en la Asobal y los 10 últimos como árbitro internacional de la EHF,y el caprichoso destino ha hecho que se despida con el derbi entre los equipos de sus dos ciudades, con el Valladolid - Abanca Ademar.

Un ‘caramelo envenenado’ para un colegiado que ya fue el encargado de dirigir hace 15 días la final de la Copa del Rey y que ve como «una casualidad de la vida» que disfruta el hecho de que sea este partido el último de su carrera:«Son las dos ciudades de las que siempre he dicho que soy y que he llevado con orgullo allá donde estuviera. Mis padres me inculcaron que es de bien nacidos el ser agradecidos y yo tengo mucho que agradecer a estas dos ciudades y a mi tierra, estoy orgulloso de ser castellano y leonés y espero que mi último partido sea una fiesta del balonmano entre las dos mejores aficiones que tuve la suerte de vivir y sentir».

«Espero que sea una fiesta del balonmano entre las mejores aficiones que tuve la suerte de vivir y sentir» Un gran final para una carrera llena de éxitos y en la que asegura que ha «disfrutado» del camino recorrido. «Lo he hecho con cada partido, independientemente del resultado o de la categoría. He tratado de estar siempre al 100% para acertar lo máximo posible», apunta Martín Franco, que por ello se va «con la satisfacción de haberlo dado todo en cada partido,con mis errores y mis aciertos, pero siempre con humildad, educación y respeto por todos y sobre todo por el balonmano».

«Gracias al balonmano he conocido a personas maravillosas, algunas de las cuales ya no están entre nosotros como José Ludena o Pérez Canca», añadía Martín Franco, que dejaba claro que «ha sido un orgullo para mí arbitrar la que fue y sigue siendo, a pesar de la crisis y de lo que digan algunos, la mejor liga de balonmano del mundo tanto masculina como femenina».

Son los recuerdos de un actor principal del balonmano español delas dos últimas décadas. De una carrera que este sábado llega a su fin.
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