Un cambio de modelo

El Pacto de Recuperación Económica, Empleo y Cohesión Social de Castilla y León tiene que concretarse en más inversiones que necesariamente tienen que ser adicionales a las previstas y promover a los cambios que necesita la comunidad

Castilla y León necesita cambios estructurales para huir de la despoblación y a la desigualdad entre provincias
18/06/2020
 Actualizado a 18/06/2020
No es Castilla y León una comunidad autónoma donde gusten los cambios, precisamente. No hay más que ver el resultados de las elecciones autonómicas de las últimas cuatro décadas, por si a alguien le quedan dudas. Sin embargo, ante una situación tan excepcional como la actual, durante la que los dirigentes autonómicos han mostrado también su extremo conservadurismo en más de una ocasión, los cambios no son una opción sino que son una necesidad, por poco que gusten a la mayoría de los envejecidos habitantes de Castilla y León.Los cambios son necesarios porque algunos de los problemas que tiene esta comunidad no se van a solucionar con buenas palabras o con declaraciones de intenciones como las 86 que forman parte del Pacto de Recuperación Económica, Empleo y Cohesión Social de Castilla y León, todo un catálogo de buenrrollismo en el que parece que no caben los compromisos concretos. Ese pacto garantiza, según el presidente, «estabilidad» para lo que queda de legislatura, pero esa estabilidad, que es buena en el terreno político, no se debe confundir con quietud. Castilla y León necesita, además de ideas, iniciativas decididas, dirigentes valientes que se atrevan a hacer cambios estructurales en un modelo que se ha demostrado que conduce al fracaso, a la despoblación y a la desigualdad entre provincias.
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