Un balcón privilegiado

El Catoute, con sus 2.112 metros de altitud, es la cumbre más representativa del Bierzo

Vicente García
14/06/2019
 Actualizado a 19/05/2022
Subiendo por las Morquinas. | VICENTE GARCÍA
Subiendo por las Morquinas. | VICENTE GARCÍA
El Bierzo tiene cumbres más elevadas, pero el Catoute es una cima singular porque vista desde cualquier punto es una hermosa montaña con su pico característico. Su ascensión no es en exceso complicada ni expuesta, pero la dureza la ponen esos más de mil metros de desnivel entre el inicio y la cumbre.

Hay varias posibilidades de alcanzarla, bien desde Fasgar superando una larga cresta algo más complicada que la subida que se propone, o desde Salentinos también larga, pero interesante. La más común es la que parte de la hermosa localidad de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano.

La ruta oficial va desde Colinas a Salentinos y está señalizada como PR LE 45, pero la distancia entre ambas localidades hace que resulte poco viable hacerla fácilmente sin una infraestructura adecuada, por eso se ha propuesto de ida y vuelta.

El comienzo de la ruta se encuentra en la localidad de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, donde no se puede entrar con vehículos si uno no es vecino, por lo que es necesario aparcar a la entrada en un amplio espacio para ello. Desde ese punto se inicia la ruta cruzando la localidad, muy bien conservada, en especial la iglesia con su arco, bajo el que discurre el camino. Un cartel indica la ruta y saliendo de Colinas se pueden ver varios molinos restaurados y el potro de herrar. Continúa el camino por las riberas del río cómodamente pues la subida es ligera.

Pasado un tramo, el río y el camino tuercen a la izquierda y comienzan las primeras cuestas algo más fuertes, encontrando una portillera para seguir subiendo por buen camino donde se encuentra de vez en cuando la sombra de algún roble, al que acompañan serbales, abedules, acebos y otros árboles en la ribera del río Susano al que bajan varias torrenteras la mayor parte del año secas.

Al llegar a las Praderas de Susano se encuentra un desvío: si se continúa río arriba se va hacia las lagunas de la Robeza y siguiendo hacia la izquierda por el arroyo que baja del pico se sube a la cumbre. Hay que seguir un sendero dejando ya el buen camino que se traía y subir, encontrando una cabaña y poco después un pedrero en fuerte pendiente. La ascensión continúa y va superando el valle entre escobas, brezos y algún que otro serbal diseminado superando la zona de las Morquinas, hasta llegar a una pequeña pradera, a la izquierda, con vistas a la subida que se ha hecho y a lo que queda.

Desde allí se sigue por el sendero hasta llegar a una parte diferente: los Gallones y bastante arriba se encuentra una fuente con el mismo nombre en la que un agua fresquísima hará las delicias del caminante sobre todo durante los calurosos días del verano. La fuerte subida continúa hasta alcanzar una collada desde donde ya se ve la hermosa pirámide de la cumbre y los senderos existentes entre los pedreros por los que se debe ascender con un buen esfuerzo. Tras una primera parte de subida hay un pequeño descansillo desde donde ya se puede atacar la cumbre aunque todavía queda tiempo para superar senderos entre piedras sueltas y con matorrales rastreros. Finalmente se corona la cima del Catoute, a 2.112 metros donde existe un vértice geodésico y una vista espectacular de todas las cumbres de las montañas circundantes: desde las cimas de los Ancares Cuiña y Miravalles, las de Babia, Cornón, Muxivén, Ubiña y Morronegro, hasta se alcanza a ver el Peñacorada a lo lejos y el Teleno también.

Tras saborear la vista en la cima se regresa por el mismo camino para llegar a Colinas, donde el café bar el Aguzo puede conseguir que los caminantes repongan bien sus fuerzas.
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