Un asunto de talla

Menos mal que la Deportiva no juega a basket. Uno de los pocos peros que se le puede poner al conjunto berciano esta temporada es la dificultad para controlar a los ‘tanques’ rivales. La lista es extensa, Jorge Molina, Borja Bastón, Urko Vera, Manu Barreiro... futbolistas que por su talla y por sus condiciones físicas no desentonarían en un equipo ACB.

Todos ellos le han marcado a la Ponferradina esta temporada, algunos incluso por partida doble, convirtiendo la altura en una obsesión que dejaría lo de Napoleón en mera anécdota.

Pero tampoco es cuestión de centímetros. Los tres centrales puros de los que dispone Manolo Díaz superan el 1,80, y si bien Alan Baró puede ser el más menudo, su capacidad de anticipación suele servirle para ganar la guerra antes de que empiece.

Sea por lo que fuere, el domingo llega otro blanco de esos que la saben meter. O vuelve. Quince partidos jugó Juanjo como blanquiazul durante la primera mitad de la temporada pasada antes de marcharse al Tenerife sin haber sido capaz de marcar un gol, algo que teniendo en cuenta los antecedentes, puede ser una muy mala noticia para la Deportiva.

Y es que el conjunto berciano se ha acostumbrado a romper sequías. Barcelona B, Las Palmas, Mirandés... todos encontraron en su partido ante la Ponferradina un balón de oxígeno para continuar con vida en la pelea por sus objetivos.

Cinco empates consecutivos han encadenado los catalanes con Juanjo a la cabeza. No les sirve un sexto. Tampoco a la Deportiva el punto. Controlar al espigado ariete cántabro es el primer paso hacia una victoria que devuelva a los blanquiazules a la primera línea de la batalla por la sexta plaza y elimine de la pelea al Llagostera, un ‘ascensor’ que ha subido seis plantas en menos de diez años.