Un año con un bicho en el pico

El freno de la pandemia ha hecho que el primer año de gobierno para los alcaldes de estreno se quedara recortado, aunque su balance siempre es de pódium y, en esta ‘nueva normalidad’, la cosa no cambia, el de la oposición es de veto

Mirándose al ombligo el equipo de gobierno se ve fuerte. Al levantar la cabeza, la oposición le da un veto
16/06/2020
 Actualizado a 16/06/2020
Hace un año las urnas volvían a llamar a la puerta de casa, como habían hecho ya para elegir gobierno nacional. La fiesta de la democracia se hacía perpetua y comenzaba el verano sacando brillo a los bastones de mando locales. León y Ponferrada cambiaban de caras y signo político. Y las velas vuelven a soplarse pasado un año enmarcadas en un pódium pretendidamente humilde. Los alcaldes dan por bueno un espacio de tiempo que se ha recortado con la tijera de la pandemia. Los más de 90 días en estado de alarma han sido un freno para los proyectos pendientes y un revoltijo de dudas que acaban en una fase 3 que espera la libertad ahora llamada ‘nueva normalidad’. Y con mascarilla (I love Bierzo) se presentaba el regidor de Ponferrada, Olegario Ramón en la primera rueda de prensa presencial tras tres meses para hacer recuento. Un balance mareado alrededor del coronavirus y de una crisis sin precedentes en la ciudad del dólar, ahora deudora de su apodo. A todo ello se suma el caso Muñoz para que los ojos que aún estaban sorprendidos por un virus mortal que no se sabe la maldición que lo parió, no puedan cerrarse. El edil de Coalición por el Bierzo espera en la cárcel a que la justicia diga si maltrató a su mujer hasta dejarla en la UCI, pero, de momento, se queda en la cuneta política para permitir al tripartito continuar. Mirándose al ombligo, el equipo de gobierno se ve fuerte. Al levantar la cabeza, la oposición le da un veto. Es casi el dogma de cualquier Alcaldía en una normalidad a la que solo se le ve una mascarilla de estreno.



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