Un adiós marcado por las lesiones y tras jugar sólo 20 minutos en liga

Cuando a mediados de julio la Ponferradina anunciaba la incorporación de Sergio Buenacasa, que llegaba junto a Russo en calidad de cedido por el Mallorca tras ascender el conjunto balear a Primera División, todo hacía indicar que estaba llamado a ser una pieza clave en los esquemas de Bolo.

Y sin embargo, si el central se ha convertido en imprescindible, la historia del delantero llega a su final después de sólo cinco meses en Ponferrada.

Un adiós marcado por las lesiones y tras jugar sólo 20 minutos en liga se confirmó este miércoles, puesto que la Deportiva hacía oficial la salida de Buenacasa, que se convierte en la primera de las bajas que habrá en el mercado invernal y permite liberar una ficha que invertir en alguna de las operaciones que tienen avanzadas ya los bercianos.

Según aclara el club, el fin de la cesión que estaba fijada hasta el mes de junio se produce «a petición del propio jugador», siendo curiosamente su próximo destino, a falta de confirmación oficial, el próximo rival de la Ponferradina, el Málaga al que se encontrarán el próximo martes y que podría disponer ya de él en ese choque.

Estuvo 3 meses de baja tras sufrir una lesión muscular de la que recayó y sólo jugó 2 partidos de liga y el de Copa Final acelerado para una aventura que se torció en pretemporada, después de que en los primeros choques de preparación las buenas referencias que Buenacasa traía se reflejaran en el césped y estuviera siendo uno de los más destacados de los bercianos.

Sin embargo, en el amistoso jugado frente al Deportivo de la Coruña en Villalba, en una carrera en solitario durante la segunda mitad, el jugador se echaba las manos a la parte posterior de su pierna derecha y la gravedad de la lesión se intuía al no poder aguantarse las lágrimas.
Parecía que finalmente no sería tan importante y se cifraba en un mes de baja la recuperación, pero a mediados de septiembre, cuando estaba a punto de regresar, recayó y volvió a un dique seco en el que estuvo finalmente casi tres meses.

Sería el 17 de noviembre, en el empate frente al Girona, cuando se produciría su debut al entrar a falta de 13 minutos para la conclusión y con el choque en el aire. Y aunque en el partido siguiente, en Huesca, volvía a ser uno de los cambios que usaba Bolo, dando la impresión de que empezaba a ser una alternativa, no volvió a disputar ni un minuto más en liga, quedándose fuera el pasado sábado de la convocatoria en el partido frente al Cádiz y jugando eso sí de titular en Copa del Rey ante la Peña Deportiva.

Así, sin goles y con 109 minutos entre todas las competiciones, acaba la etapa en Ponferrada de un Buenacasa que intentará ganar continuidad en Málga tras año y medio casi en blanco.