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Tudanca y sus cantinelas

27/03/2022
 Actualizado a 27/03/2022
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No atraviesa por sus mejores momentos (políticos) el ‘amo’ de los socialistas en Castilla y León. Da la impresión de que anda el hombre, de aquí para allá, con una pérdida de confianza en sí mismo más que notoria. O, al menos, eso parece. Este mes de marzo, al que le quedan dos afeitados, se le está poniendo cuesta arriba y las fuerzas empiezan a flaquearle.

El primer síntoma se dejó entrever cuando en su visita a Burgos –ciudad donde le nacieron– para asistir a una asamblea del PSOE local, señaló, en relación al pacto entre el PP y Vox en la Comunidad, que no se pondrían de perfil y combatirían a los fascistas «desde las instituciones y desde las calles». ¿Quizá con ametralladoras, don Luis? Este hombre ha cogido el mismo atajo que sus jefes en Madrid y dice unas cosas… ¿Qué es eso de combatir en las calles? Si se le ocurre decirlo a alguien de la derechona hubiera saltado la verbena política y mediática. Estos fachas –habría afirmado Tudanca, es un suponer– son la violencia personificada y el franquismo. O algo parecido. Tampoco importa.

La cantinela esa de fascistas ya suena a rancio, a poco imaginativo y a pretexto para ocultar las carencias propias. Es como petardear a la opinión pública de manera constante, haciéndola ver aquello que no existe. La estrategia habitual de la izquierda inane para confundir a la gente, que, paradojas, cada día está más de acuerdo con esa derechona, ‘fachosa y casposa’, que tanto y tanto denuestan. A excepción del sondeo de Tezanos –al que nadie hace caso por motivos evidentes– las demás exploraciones lo acreditan.

La otra liada de Tudanca se produjo en Bembibre hace unas fechas. En tierras tan carboníferas como las bercianas y para salir del paso, no se cortó un pelo en afirmar que Europa se había precipitado en anular la minería del carbón y clausurar las centrales térmicas. Y, oiga, tan campanudo el líder socialista y sacristán de Pedro Sánchez ‘el voluble’. ¡Vaya mes que lleva este hombre! La derecha, el Partido Popular, estuvo al quite y le pintó la cara de un brochazo. ¿Europa?, ¡Sánchez!Hay que ser torticero y desahogado para soltar tal afirmación, antes de meterse entre pecho y espalda un botillo, que de eso iba la cosa.

En fin, que desde el domingo 13 de febrero, para ser más exactos, don Luis no levanta cabeza. El recuento de votos en aquella anochecida electoral, le salió rana. Y le provocó sarpullidos. El revolcón resultó espectacular. Los fachas –PP y Vox– le sacaron la coña de 379.000 votos que, luego, le han pesado como una losa. Es natural que al gerifalte de la izquierda le esté costando muchísimo superar el trauma. Pero que siga con el mismo discurso, que si fachas, que si ultras… que al carajo.
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