Tu propio estado de alarma

Qué tiempos aquellos en los que las comunidades autónomas querían ser ellas las que pusieran las normas parasalir de la crisis sanitaria generada por el coronavirus. Madrid y Cataluña fueron los adalides de la oposición al Gobierno, mientras la real se enredaba en la necesidad del estado de alarma, aunque luego llegó y querían que ya no se alargara, pero ahora quieren volver a instalarlo...

Es el vodevil de quien no gestiona o quiere gestionar más, pero que cuando asume las responsabilidades ya no piensa lo mismo. Porque también hay que recordar que cuando las autonomías tuvieron la posibilidad de liderar el paso a la tercera fase, y viendo que se apuntaba a ellas, Madrid y Cataluña se quisieron quedar atrás, por más que en anteriores fases querían pasar a las primeras de cambio.

El vaivén de las fases y de las peticiones de estado de alarma solo es comparable con los cambios de criterio del Gobierno en cuestiones sanitarias, sobre todo al principio, cuando daba palos de ciego y de forma muy lenta pese a que todo indicaba la letalidad de un virus que nos ha cambiado y nos sigue cambiando para siempre.

Después de que Ayuso fuera capaz de pedir un mando único sanitario pese a que cuando se votaba su extensión su partido lo rechazaba, ahora es el líder popular el que critica la decisión de Sánchez de conceder a las comunidades autónomas la posibilidad de instaurar el estado de alarma según su necesidad, con lo que se podría limitar más concretamente los movimientos solo en los territorios con más problemas.

No es de extrañar por tanto que los supuestos médicos y otras excelebridades hagan ruido con la inexistencia de la pandemia, puesto que el desvarío va por barrios pero se olvida con facilidad lo dicho anteriormente.