La provincia de León inauguró este año con 1.664 habitantes menos que en la misma fecha del ejercicio anterior. El principal motivo, que mueren más del doble de personas de las que nacen, pero hay que sumar también el hecho de que son más los que se van a vivir fuera de las fronteras leonesas que los que vienen de fuera a vivir a León. Así, durante 2017, un total de 7.225 personas dejaron la provincia para irse a residir a otros territorios, ya sea dentro de España o en el extranjero, mientras que los que vinieron a León fueron 6.417 (808 menos).
Según la estadística de migraciones que ayer publicaba el Instituto Nacional de Estadística (INE), 5.727 personas cambiaron León por otras provincias del territorio nacional –principalmente por Madrid (1.295), Asturias (595), Barcelona (337), Valladolid (304), ACoruña (250), Pontevedra (167) o Zaragoza (162)–. Además, otros 1.498 se fueron a vivir al extranjero.
Y aunque el pasado año fueron más los que vinieron del extranjero a León que los que se fueron (510 más), el saldo migratorio sigue siendo negativo, pues dentro de los movimientos registrados dentro del territorio nacional la provincia de León se quedó muy lejos de recibir a tantos como exportó, con una diferencia de 1.318 personas.
Castilla y León encabeza la pérdida de población
La comunidad contaba a 1 de enero de 2018 con 2.418.694 habitantes, lo que supone 17.172 menos que en la misma fecha de 2017, con una merma porcentual del 0,7%, lo que sitúa a la comunidad a la cabeza autonómica en pérdida de población en términos absolutos y relativos. La población en España creció, por el contrario, en 132.263 habitantes, un 0,28% más, hasta un total de 46.659.302 residentes.
