03/05/2016
 Actualizado a 15/09/2019
Guardar
Se dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Suponiendo que las pasadas elecciones hayan sido un tropiezo de los españoles por eso de que han dado lugar a una situación ingobernable, sería un poco triste, por no decir funesto, que en las nuevas elecciones, volviéramos a tropezar. Pero si alguno es tan ‘masoca’ que no le importe que se repitan los mismos resultados, trataremos de ayudarle a conseguirlo:

- Por supuesto que no es indiferente quién nos vaya a gobernar, dado que puede llevarnos a la ruina o ir sacándonos de la miseria, y no solo económica. Si eso le da igual, absténgase y no vaya a votar. Eso sí, después no se queje, aunque triunfe su mayor enemigo.

- Si no es amante de la libertad, si tiene afición por las dictaduras, si le seduce volver a la época del racionamiento, vote partidos subvencionados por dictaduras islamistas o bolivarianas. Si, además, le prometen un sueldo sin trabajar, acumule antes víveres, por si acaso no llega la paga prometida.

- Si, en el caso de no salir mayorías suficientes, desea que haya diálogo y acuerdo entre diferentes partidos, entenderá que la solución será no votar a los que en ningún caso estarían dispuestos a dialogar; pues de lo contrario habrá que convocar de nuevo otras elecciones.

- Si usted está un poco enfadado con el partido que ha venido votando y quiere castigarlo votando a otro parecido, fíjese bien a ver si no es peor el remedio que la enfermedad o si lo que hace es favorecer a quien nunca estaría dispuesto a votar. Los experimentos con gaseosa.

También debería tenerse en cuenta una cosa: si los votantes de determinado partido hacen propaganda para que se cambie el candidato del partido contrincante, ¿no será porque en el fondo le temen? Más bien tendrían que decir que cuanto peor mejor.

Sin duda nos encontramos ante la legislatura más corta y la campaña electoral más larga. Cualquier persona un poco observadora, medianamente inteligente y vacunada contra las diferentes presiones mediáticas ha tenido la oportunidad de saber quién es quién para darle o negarle una segunda oportunidad el día de san Pelayo, o sea, el 26 de junio. En consecuencia los resultados de las elecciones no deberían ser los mismos que en diciembre. Lo que pasa es que el pueblo español a la hora de votar a veces lo hace más con el corazón, o con la bilis, que con la cabeza. Digamos también que tiene poca memoria histórica y que no es capaz de asimilar la experiencia, tropezando varias veces en la misma piedra.
Lo más leído