Tres siglos de lucha feminista

En el siglo de las luces, las mujeres empezaron a luchar por sus derechos, fue la primera ‘Ola del Feminismo’

MUJERES POR LA IGUALDAD
20/01/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Recuerdo de las primeras revueltas feministas a nivel mundial, una lucha muy viva. | Voces Visibles
Recuerdo de las primeras revueltas feministas a nivel mundial, una lucha muy viva. | Voces Visibles
Trescientos años han pasado y seguimos en la lucha, seguimos con un patriarcado rancio y obsoleto, anclado en su parcela de poder, que no quiere perder bajo ningún concepto. Quieren ser los que manejen todo, absolutamente todo y cuándo ven a las mujeres que buscan la igualdad (feminismo), trabajar para conseguir los mismos derechos que tienen ellos, les saltan todas las alarmas. «¡Atentos que vienen! ¡No hay que dejarlas pasar, solo buscan nuestra ruina! ¡Quieren llegar a donde estamos nosotros! ¡Son unas inútiles, no tienen nuestro cerebro! Jajaja, ¡estúpidas, son biológicamente inferiores y quieren llegar a ser presidentas, ….!».

¡Basta, basta, basta! No tenemos el cerebro más pequeño, no somos estúpidas, no somos inútiles. ¿Nos tenéis miedo? Sí, eso es, nos tenéis miedo. Sabéis que somos capaces de hacer y realizar cualquier cosa tan bien o mejor que vosotros hombres, pero al contrario, vosotros no sabéis ni queréis realizar muchos de los trabajos que nosotras hacemos con total agilidad. Tranquilos, no queremos haceros daño, solo queremos tener los mismos derechos que vosotros y formar parte de esta sociedad en las mismas condiciones. Un argumento que utilizáis es el de: «que trabajen en la mina a ver que hacen». Pues sí señores, sí trabajamos en las minas durante años y años, con la misma fuerza y el mismo tesón que los hombres. También trabajamos en las canteras, en las carreteras, en el campo, de pastoras, en los montes…. Con la única diferencia de que por ser mujeres nuestro salario es inferior. ¿Y por qué? Supongamos otra situación: un hombre trabaja en una oficina, limpiando portales, auxiliar de enfermería, trabajos del hogar, etc... pero, a la hora de cobrar su salario, le dicen que por ser hombre, va a cobrar un 14% menos que las mujeres que hacen el mismo trabajo. Se le enciende una bombillita en el cerebro y lo primero que dice es: ¿y eso por qué si estamos desempeñando el mismo trabajo? ¡vamos a la huelga! Esto no se puede permitir. Pues eso, ahí es donde está nuestra lucha.

Tampoco os gusta que se utilice el lenguaje inclusivo, juezas, literatas, físicas; en cualquier discurso o conversación no os gusta que se utilice: vosotras y vosotros, compañeras y compañeros, niñas y niños, ¿creéis que perdéis virilidad? No, os aseguro que aunque se utilice el lenguaje inclusivo, no dejáis de ser hombres, o sea, personas del género masculino, personas que trabajáis codo con codo con las mujeres, que os divertís juntos, que lloráis juntos, que hacéis deporte juntos.

Las mujeres no queremos la superioridad respecto al hombre, queremos la igualdad de oportunidades, queremos denunciar las desigualdades, queremos condenar la violencia machista, la equidad en lo económico, cultural, social…¡y así llevamos trescientos años! No vamos a negar que se han ido consiguiendo muchos derechos, pero tan poco a poco que son casi invisibles.

Nos gusta usar tacones, minifaldas, escotes, y hay muchas personas que no lo entienden, creen que ser feminista es ir vestida con ropa parecida a la que utilizan los hombres. Pues no queridos hombres, la apariencia física no tiene nada que ver con el feminismo. Cada una se viste como le da la gana, gorda, delgada, alta, baja, como le da la gana. Tenemos la libertad de hacerlo sin dar explicaciones a nadie y sin que nadie tenga el derecho a criticarnos, ni juzgarnos, ni oprimirnos. Otro argumento del patriarcado hacia las feministas es: «son todas lesbianas». Pues no, no somos todas lesbianas, pero si muchísimas y orgullosas de serlo. El movimiento feminista nos hace sentir bien, muy bien y dentro de él también están lasheterosexuales, gays, bisexuales y personas transgénero e intersexuales. ¿Y qué pasa? Somos luchadoras de nuestros derechos sociales, salariales, oportunidades…. Y no vamos a parar, lucharemos hasta conseguirlos plenamente, llevamos haciéndolo «trescientos años y seguiremos».

Vosotros los hombres, no habéis luchado jamás por esos derechos, los tenéis de fábrica y creéis que nadie tiene el derecho de arrebataros los. Os equivocáis, no queremos quitaros nada, queremos tener los nuestros, compartir con vosotros y luchar porque esta sociedad sea mejor y que todas las personas vivamos en igualdad.

Las mujeres no odiamos a los hombres, ellos forman parte activa en nuestras vidas, pero sí detestamos que no sean conscientes de que nosotras también formamos parte de sus vidas y que el movimiento feminista resulta muy positivo para todos. Estamos seguras que cualquiera tiene que sentirse feliz con que su madre, hermana, novia, amiga, … tengan los mismos derechos que los hombres. Las feministas también luchamos por derechos de los hombres, porque puedan vestirse del color que quieran, porque puedan llorar sin sentirse menos hombres, porque se abracen entre ellos cuando necesiten un abrazo y que nadie los juzgue, porque dejen de ser los responsables económicos de sus casas.

En España el 95% de las mujeres se ocupa de los hijos a diario, solo el 70% de los hombres lo hacen. Los contratos a tiempo parcial los firman el 74% de las mujeres, porque los medios económicos no pueden costear los serviciospara el cuidado de sus hijos y si alguien tiene que dejar su trabajo y hacer medias jornadas, tiene que ser la mujer. Solo 3 de cada 10 directivos de empresas españolas son mujeres y las que llegan a serlo, cobran un 16% menos que los hombres.
A la hora de calcular las pensiones también hay muchas desigualdades, 7 de cada 10 que reciben una pensión inferior a 700 euros al mes, son mujeres. La brecha salarial está en un 14%, o sea, las mujeres cobran un 85% de sueldo diario de los hombres. Las mujeres que cobran menos de 1.000 euros al mes, duplica al de los hombres. «Trescientos años y seguimos sin conseguir todos nuestros derechos como mujeres»Pero continuaremos con nuestra lucha.

Las mujeres siempre hemos estado luchando, por nuestra casa, por nuestro trabajo, por nuestra familia. Somos luchadoras por naturaleza y nos gusta serlo. Nunca hemos querido que nadie nos regale nada, lo conseguimos nosotras solitas, con empeño y tesón y cuándo nos unimos para conseguir nuestros objetivos, nadie puede pararnos, ¡Juntas siempre!

Ahora en el siglo XXI,año 2019, aparecen una serie de personas que nos atacan, quieren acabar con nosotras ¿Por qué? ¿Qué pasa por sus cabezas? ¿Por qué nos tienen miedo? ¿Por qué quieren encerrarnos en casa y ser sus sirvientas?

Queridos señores, con ese ataque están consiguiendo que nos unamos más todavía, que nos demos la mano y caminemos juntas para que nada ni nadie nos haga dar un paso atrás, cada día que pasa somos más y estamos más unidas. Jamás daremos ese paso hacia atrás.

Estamos enseñando a nuestros niños, a nuestros jóvenes, que caminando juntos somos más fuertes, que conseguiremos un mundo mejor, que dejarán de asesinarnos, de humillarnos, de vejarnos.Les estamos enseñando que juntos llegaremos a lo más alto del ser humano, a un mundo con una gran cultura, de arte, de amor a los animales, de medio ambiente, en el que niñas y niños compartan todas sus actividades sin desigualdad, que puedan trabajar en el mundo rural, en la ciudad. A que puedan participar en todos los deportes, (no hay deportes de chicas y deportes de chicos). A que se vistan como quieran, se pinten el pelo, se hagan tatuajes, en fin…..les estamos enseñando a que todas y todos somos iguales, sin distinción de sexo.

Esa educación es la que va a hacer personas fuertes, libres, que van a luchar juntos contra todos ustedes señores opresores. Estamos en el siglo XXI, trescientos años de lucha y nadie nos va a parar.
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