Tratado de responsabilidad

14/03/2023
 Actualizado a 14/03/2023
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Un nombre y dos apellidos en un carnet de identidad es lo que nos define, así, en frío. Pero, en la estufa, somos esa designación adjetivada con otras muchas sentencias que vienen a rellenar esa línea de puntos que Facebook se moría por escudriñar antes de conocernos mejor que nosotros mismos. Somos de donde nacemos, de quien nacemos. Somos una filiación familiar.  Somos personas, a veces bichos, leales, fieles, o cabrones como edificios y malos como el hambre.

Por eso, que un alcalde se adjetive defensor de los ciudadanos frente a unos trabajadores que solo piensan en sus propias mejoras rechina hasta en la médula descompasando la aseveración. Los empleados de la limpieza se ponen en huelga en Ponferrada y el regidor los enfrenta a los demás, como si fueran una escisión del resto, aplaudiendo a la adjudicataria. Se convierten así en currantes huelguista, y dejan de ser ciudadanos, de esos que votan –votantes en el «apellidable» colectivo-, porque lo marca un alcalde, sin percatarse que también son los que le ponen y le quitan –sí, son los vecinos los que ponen alcalde, aunque a algunos se les complica interiorizarlo y creen que «es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde», filosofía Rajoy, amén. Pero a un alcalde no se le debe escapar que un ciudadano es un diagrama de Venn, en el que se entrecruzan círculos.

En uno eres trabajador, en otro votante, en el tercero ciudadano y así completas una circunferencia perfecta a la que se pide prestada una papeleta con un nombre, que sigue la misma estructura… Y enlazando esos nombres y viendo a un alcalde que también es ciudadano, pero que capitanea el barco de una ciudad, se me escapa dónde está el bidé en el que se lavó las vergüenzas para desmarcarse de una huelga en un servicio esencial. Privatizarlo fue una opción que no se esperaban los ciudadanos-votantes-de izquierdas. Pero hacerlo y después huir de un problema que dejará a la ciudad vestida de ocre, porque es un conflicto empresa-trabajador, lleva a coger la pipa de Homes y a buscar responsabilidades.

No va a costar encontrarlas, auguro, porque nadie ha votado a FCC ni a sus trabajadores ni esas siglas se van a presentar a las elecciones. Es tratado del que gobierna asumir cierta responsabilidad.
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