Tras 320 kilómetros de desafío solidario "lo duro empieza ahora"

Acompañado por medio centenar de compañeros, el trabajador de Everest, Javier Robles, completó su aventura solidaria y en la tarde de este lunes regresó a la plaza de Botines tras recorrer en dos etapas los 320 kilómetros que separan León de Santiago de Compostela recaudando fondos para la caja de resistencia de la plantilla, de la que una parte ya está afectada por el concurso de acreedores, mientras el resto está inmersa en un Ere.

Reconoció que en ocasiones lloró, sobre todo en el albergue, leyendo los cientos 'whatsApp' de ánimo que cada noche recibía Recibido por sus compañeros. Javier pudo sentir el calor y el agradecimiento de las 320 familias que llevaba en sus pedales. Un ejemplo para todos, destacaron los que han compartido con él años de trabajo y que le homenajearon con una placa como recordatorio de su iniciativa que ha servido para recaudar unos 8.000 euros que sedestinarán a ayudar a los empleados que más lo necesiten, a los que la empresa adeuda ya siete nóminas.

Tras la entrega de la placa, Javier tomó la palabra para agradecer el apoyo brindado a lo largo de su periplo por la Ruta Jacobea y reconoció que en ocasiones lloró, sobre todo en el albergue, leyendo los cientos 'whatsApp' de ánimo que cada noche recibía. Javier jamás olvidará esta experiencia en la que se ha sentido arropado, en todo momento por su familia de Everest.