Tragicomedia de una familia poco corriente

‘El niño adefesio’ llega este sábado al Teatro El Albéitar de la ULE tras un exitoso periplo por Ciudad de México, Varsovia y Sevilla. Una crónica familiar que no deja indiferente al espectador

Joaquín Revuelta
20/02/2021
 Actualizado a 20/02/2021
El trío protagonista de 'El niño adefesio'. | TARARA TEATRO
El trío protagonista de 'El niño adefesio'. | TARARA TEATRO
Varios son los premios internacionales que avalan la pieza teatral que este sábado a las 18:00 horas se representa en el Teatro El Albéitar con entradas a 8 euros y el aforo limitado a un tercio. ‘El niño adefesio’ es la propuesta de la compañía La Tarara, surgida en 2011 por iniciativa de tres actores y un escenógrafo procedentes de la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla con el objetivo de explorar nuevas fórmulas en las artes escénicas, así como realizar espectáculos multidisciplinares que engloben la danza, el canto y la interpretación desde una mirada fresca e inusual. Con ‘El niño adefesio’, la obra con la que este sábado se presentan en León, han logrado premios en Ciudad de México, Varsovia y Sevilla, entre otras capitales.

El texto y la dirección corre a cargo de Marie Delgado, que también asume el rol de una madre obsesionada con la deformidad de su hijo (Luis Carlos Agudo) y un padre caótico (Iván Fernández) que desaparece continuamente abandonando el núcleo familiar. A través de varios episodios de la vida de este chico deforme de espíritu frágil y noble vamos conociendo los secretos del clan familiar, en una obra que potencia el lenguaje gestual más que la palabra y donde las canciones sirven de discurso narrativo para contar situaciones o acontecimientos pasados, presentes o futuros de una trama que también se vale del monólogo para conocer el punto de vista de cada uno de los personajes.

Otro aspecto a tener en cuenta de la función es la danza y la búsqueda de otras formas expresivas que contribuyen a sacar al espectador de su zona de confort, como en el teatro de Brecht, a lo que también contribuyen las interpretaciones nada naturalistas del trío protagonista. En este sentido, señalan desde la compañía sevillana, la exageración que se persigue en la gestualidad facial y corporal debe estar justificada por el estado del personaje según el momento que está viviendo. La exaltación de las emociones nunca debe ser reprimida por los intérpretes, debe potenciarse y ser el impulso que soporte la actividad frenética que tiene lugar sobre el escenario.
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